Farrah Fawcett: El ocaso de la chica dorada de Hollywood

La actriz convirtió en un símbolo sexual gracias a su papel en Los Angeles de Charlie, pero nunca logró despegar en el cine. En lo personal, estuvo casi tres décadas con Ryan O'Neal.




Farrah Fawcett bronceada, sonriente, con su clásico pelo rubio y largo, un trajebaño rojo y una pose coqueta pero no demasiado sugerente.  No se trata sólo de la fotografía que la inmortalizó, sino también de una imagen que resume la filosofía que aplicó a su carrera.

La actriz se convirtió en un símbolo sexual y en fantasía de muchos con armas poco tradicionales: su amplia sonrisa y pelo rubio con el corte de pelo que marcó a una generación. Nunca mostró demasiado, ni le hizo falta. El trabajo ya estaba hecho, y la imagen era imborrable.

Fawcett saltó al estrellato en 1976, cuando apareció en la primera temporada de la serie Los Angeles de Charlie, interpretado a una de las detectives del trío protagónico, Jill. Antes, se había dedicado a hacer comerciales y algo de modelaje.

Fue en esa misma época que salió a la venta su famoso poster del trajebaño rojo y que vendió 12 millones de copias, cifra que todavía no ha sido superada.

La actriz sólo estuvo durante una temporada en Los Angeles de Charlie. Se retiró para seguir con una carrera cinematográfica que nunca logró igualar el éxito explosivo que logró en TV.

Su primera cinta fue Somebody Killed Her Husband, que resultó un rotundo fracaso.

Además, su salida de la serie de TV estuvo plagada de una seguidilla de demandas, que terminó en que Fawcett aceptara como parte del acuerdo judicial en aparecer en un puñado de episodios en las temporadas subsiguientes de Los Angeles de Charlie.

Con sus roles durante los 80, Fawcett buscó bajar el perfil a su estatus de símbolo sexual. A ella no le interesaba. De hecho, durante sus inicios, ella se rehusó a aparecer desnuda en películas o revistas. Así, en esos años optó por papeles de carácter y en 1984, obtuvo su primera nominación al Emmy por su papel de una esposa golpeada en la película para la TV The Burning Bed. También trabajó en teatro y otros filmes.

Fawcett nació en Corpus Christi, Texas en 1947 y fue a la Universidad de Texas en Austin. Ahí fue elegida como una de las diez alumnas más lindas y cuando un agente de Hollywood vio su foto, ella abandonó la Universidad y se fue a probar suerte en la industria cinematográfica.

A poco andar conoció al actor Lee Majors (El Hombre Nuclear), que se convirtió en su marido entre 1973 y 1982, y obtuvo apariciones invitadas en series como La Novicia Voladora, Mi Bella Genio y El Hombre Nuclear.

Su gran amor, eso sí, fue el actor Ryan O'Neal. Con él tuvo una relación que comenzó a principios de los noventa y que con un rompimiento a finales de los noventa, se extendió hasta su muerte. Incluso hace unos días, O'Neal había revelado que ambos se iban a casar.

Juntos tuvieron a un hijo, Redmond, que no estuvo presente para la muerte de su madre debido a que está en prisión por drogas.

Si bien Fawcett se caracterizó por ser más bien recatada, su destape vino en la adultez. La actriz causó revuelo en 1995 cuando a los 48 años posó para la revista Playboy. Ese número vendió más de 4 millones de copias, y se convirtió en el más vendido de los 90. Dos años después, repitió la experiencia.

En 1997, la actriz hizo noticia con una aparición en el Show de David Letterman, debido a que se especuló que su incoherente entrevista se debía alas drogas, pero ella insistió que eran sólo bromas.

Su último papel en el cine fue en 2004, en la cinta The Cookout.

La actriz murió esta mañana del cáncer anal que le fue diagnosticado en 2006.

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