Festival Chilemonos trae un centenar de filmes y se enfoca en Latinoamérica
El Tercer Festival de Animación va del 6 al 11 de mayo y se extenderá a cinco ciudades del país.
Primero fue Carlos Saldanha, el director de Río, uno de los grandes éxitos de taquilla del año 2011. Luego, la ambición los llevó a traer a Chile a Brenda Chapman, la realizadora de Valiente, filme de Pixar que el año pasado ganó el Oscar. Ahora, cambiando de dirección, buscan sintonía con Latinoamérica y con el cine que de acá puede salir. Además, según Margarita Cid, directora ejecutiva del Tercer Festival de Animación Chilemonos, la muestra quiere dar cuenta de las coproducciones que actualmente se están realizando en el lado sur de América.
El ejemplo más reciente de este tipo de obras es Rodencia y el diente de la princesa (2012), trabajo peruano-argentino que integra la parrilla de 14 estrenos latinoamericanos presentes en la tercera versión de Chilemonos, que irá del 6 al 11 de mayo. Nacida hace cinco años como una iniciativa de intercambio de animación entre Chile y el mundo, Chilemonos maneja desde el 2012 el festival que en esta ocasión además expandirá sus exhibiciones a cinco ciudades: Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Valdivia y Aysén. Será un circuito gratuito en las bibliotecas regionales de cada ciudad que operará gracias a la gestión de la Dibam y del programa educativo Novasur del Consejo Nacional de Televisión.
Aunque los estrenos latinoamericanos son 14, la cantidad de filmes que se exhibirá llega por lo menos a un centenar, entre largometrajes, cortometrajes, series y otro tipo de producciones. "Decidimos enfocarnos en Latinoamérica porque evidentemente ha crecido mucho la industria en nuestros países en los últimos años. México es el principal ejemplo, con varias empresas de primer nivel. Pero también hay una floreciente industria en Brasil. A nuestro encuentro, de hecho, vendrán varios representantes de esos países, además de Argentina, Colombia, Uruguay y Perú", explica Margarita Cid.
Entre los invitados internacionales de esta versión de Chilemonos destacan el estadounidense Douglas Wood, quien fue vicepresidente de la división de animación de Universal Pictures; el argentino Nelson Noel Luty, director de arte de la cinta animada Metegol de Juan José Campanella; el brasileño Otto Guerra, realizador de Até que a Sbornia nos separe, reciente y exitosa película animada de ese país.
Consejos de Hollywood
Productor ejecutivo de El gigante de hierro (1999), un clásico de la animación tradicional y creador de la popular serie de Disney Little Einsteins, Douglas Adams viene al encuentro a dictar una serie de charlas y talleres. Su experiencia dentro y fuera de la industria de animación le permite dar un consejo a los que trabajan en Sudamérica, con menos medios que sus colegas de Hollywood.
"Hay que tener dos cosas presentes: los artistas con talento deben desarrollar todas las historias que ellos quieran y en países como Chile debe existir necesariamente el apoyo del Estado a la industria de la animación", dice Douglas a La Tercera. "Nuestro negocio es caro y es entendible que los filmes sean más costosos, pero por otro lado se pueden hacer cosas maravillosas que no son tan onerosas. Un ejemplo es Vals con Bashir, una película israelí para adultos nominada al Oscar que combinaba animación clásica con algo de 3D. Tuvo un costo de dos millones de dólares", agrega.
Entre los filmes latinoamericanos de esta versión está el mencionado Rodencia y el diente de la princesa, coproducción latinoamericana en 3D dirigida por el argentino David Bisbano sobre un imaginario reino de los ratones donde el aprendiz de mago Edam y la joven Brie luchan contra un malvado enemigo común. "Es un ejemplo de coproducción entre nuestros países que creo es el camino a seguir para que se hagan estas películas en nuestro continente, donde no hay tanto dinero", dice Margarita Cid.
Desde Argentina viene también Boogie, el aceitoso, la adaptación de la clásica novela gráfica de Roberto Fontanarrosa que realizó en el 2009 el realizador Gustavo Cova. Fue la primera cinra argentina en 3D y un éxito de taquilla en su país. Brasil, por su lado, aporta con dos trabajos recientes: Até que Sbornia nos separe, obra de Otto Guerra ganadora del último festival de Gramado acerca de un país que vive aislado del resto del mundo, y Una historia de amor y de furia, suerte de saga sobre el amor inmortal entre un hombre y su prometida que atraviesa siete siglos, desde la conquista de América hasta nuestros días.
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