Festivales e instituciones culturales de EEUU se ven afectados por limitaciones migratorias
Varios nominados al Oscar se ausentarán de la ceremonia debido al decreto dictado por Trump.
La primera vez que Irán ganó una estatuilla de la Academia fue en 2012, con la película A Separation, que se llevó el galardón a Mejor película de habla no inglesa. El director, Asghar Farhadi, que encandiló a la industria cinematográfica internacional en aquella oportunidad, figura nuevamente este año entre los nominados para Mejor película extranjera, esta vez con su filme El viajante, sobre un matrimonio de actores que trabaja en un montaje de La muerte de un vendedor, de Arthur Miller.
A través de la cinta, Farhadi hace un paralelo entre la Nueva York descrita por Miller en 1949 y la Teherán de hoy, una ciudad que está cambiando a un ritmo vertiginoso.
Su camino al Oscar estaba claro: luego de ser galardonado en los festivales de Chicago, Munich y Amsterdam, se abrió paso en Cannes llevándose los premios de Mejor guión y Mejor actor. Luego fue candidato a los Globos de Oro como Mejor película extranjera. Entonces su nominación en los Oscar no causó mayor sorpresa.
Sin embargo, el decreto migratorio firmado por el presidente Donald Trump el viernes pasado le cerró la puerta a Farhadi, a su actriz principal, Taraneh Alidoosti y a gran parte del equipo de El viajante, quienes no podrán asistir a la ceremonia de los premios de la Academia, el próximo 27 de febrero.
El decreto para "proteger a la nación de la entrada de terroristas extranjeros" prohibe el ingreso durante 90 días a ciudadanos de siete países con población mayoritariamente musulmana: Irak, Irán, Siria, Sudán, Yemen, Libia y Somalia. "Humillar a una nación con el pretexto de proteger la seguridad de otra no es un fenómeno nuevo en la historia y siempre ha sentado las bases para la creación de una división y enemistad futuras. Expreso mi condena a las condiciones injustas impuestas a mis compatriotas y a los ciudadanos de los otros seis países", expresó el cineasta iraní en una declaración, en la que anunciaba que no asistiría a la ceremonia de los Oscar, incluso si le ofrecían facilidades.
Otra cinta nominada al Oscar corre la misma suerte: Watani: Mi tierra natal, un documental dirigido por el alemán Marcel Mettelsiefen. Este filme gira en torno a Hala Kamil, una mujer siria que llega con sus hijos a Alemania en busca de asilo. "Kamil no podrá viajar a la premiación porque tiene pasaporte sirio y pasaporte de refugiada alemana", explicó el director.
En un comunicado la Academia expresó que encuentra "muy preocupante" el decreto y que su institución celebra "los logros del arte cinematográfico, el cual busca trascender fronteras y hablarle a distintas audiencias alrededor del mundo, sin importar diferencias de nacionalidad, etnias o religiones"
Junto con los Oscar, una decena de festivales forman parte de la temporada de premios, y más de alguno también calcula consecuencias a raíz del nuevo dictamen migratorio. Los Independent Spirit Awards, por ejemplo, incluyen entre sus nominados a dos cintas de realizadores iraníes: en la categoría de Mejor película está Bajo la sombra de Babak Anvari, cinta de terror que fue la apuesta de Gran Bretaña para el Oscar a Mejor película de habla no inglesa, y en la categoría de Mejor documental, Sonita de la directora iraní Rokhsareh Ghaemmaghami, sobre una rapera afgana que ganó dos galardones en Sundance 2016 y que llegó a Chile como parte del Festival Inedit.
El Festival de Miami, que se celebra en marzo, no contará con el cineasta iraquí Hussein Hassan, director del filme Reseba sobre militantes islamitas radicales que atacan un pueblo de Irak. Hassan retiró su solicitud de visa estadounidense como un acto de protesta pacífica. El director del certamen, Jaie Laplante, dijo que el festival proyectará la película como estaba previsto, pero con un "profundo sentimiento de pérdida y decepción".
Arte y teatro en alerta
En el MET de Nueva York están preocupados por las exhibiciones, estudios arqueológicos y excavaciones asociadas con instituciones del Medio Oriente, las que tendrán que ser canceladas o restringidas. Los curadores del MET explicaron a The New York Times que además la medida podría interrumpir sus préstamos para y desde los países afectados.
Desde el Instituto Sundance (organizador del prestigioso festival de cine independiente) temen que esta medida perjudique su programa de teatro. Philip Himberg, director artístico del programa, comentó que lamentaría que la prohibición de visados suprima el intercambio fructífero que se da en los talleres con artistas profesionales de Medio Oriente y el norte de Africa.
La orden del presidente Trump ya ha complicado la producción de Hamlet en el teatro sin fines de lucro Waterwell, de Nueva York. Uno de los actores, Mohammad Aghebatian, ciudadano iraní que estudió en Yale, está actualmente en Irán y no sabe si lo dejarán reingresar a EE.UU. "Esto es completa y flagrantemente no norteamericano", dijo Arian Moayed, director y fundador del Waterwell.
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