Fiscal asegura que a un mes del incendio en cárcel San Miguel reos aún contaban con balones de gas

Tras el incendio del 8 de diciembre de 2010 que terminó con 81 internos de la cárcel San Miguel fallecidos, se ordenó por parte de la dirección de Gendarmería el retiro de todos los elementos inflamables a los que tuvieran acceso los reos, entre ellos los balones de gas.

Pero a un mes del incendio siguió la venta de balones de gas al interior del recinto penitenciario, según el fiscal regional de la Zona Metropolitana Sur, Raúl Guzmán.

"Se va a establecer en esta audiencia de juicio oral, que incluso después de un mes de ocurridos los hechos, en enero del año 2011, cuando se lleva a cabo la inspección a la cárcel para efecto de elaborar un peritaje, se logra constatar que aún existía un gran número de balones de gas que era usado por los internos para su calefacción y preparación de sus alimentos", dijo el persecutor.

Guzmán denunció que pese a la tragedia, las redes secas y húmedas no habían sido reparadas a un mes del incendio, y que "no existía ningún sistema alternativo para poder atender un siniestro de incendio, y esto aún en circunstancia de que el director regional de Gendarmería, en enero del 2011 seguía siendo el imputado Carlos Bustos, que el alcaide seguía siendo el acusado Segundo Sanzana y que el director operativo regional era el acusado Jaime San Martín Vergara".

El fiscal manifestó que con peritajes se demostrará en el transcurso del juicio oral en contra de ocho gendarmes, que aún después de la tragedia no hubo ninguna acción inmediata destinada a "subsanar sus efectos o a prevenir eventuales situaciones que pudieran terminar en incendio y muertes".