Fiscalía abre causa por ataque explosivo frustrado y amenazas en U. de Chile

El hallazgo de un artefacto explosivo instalado dentro de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, ocurrió a las 19.40 del pasado 8 de abril. Dentro de una bolsa de basura, desconocidos ocultaron una bomba incendiaria que debía activarse a través de un sistema de relojería.

El ataque, sin embargo, se vio frustrado luego que personal de vigilancia alertara al Gope de Carabineros. Si bien en un principio el hecho fue visto como un ataque puntual, el correr de los días llevó a las autoridades de la casa de estudios a querellarse por colocación de bombas. También llevó a la Fiscalía Sur a investigar este caso que, además, registra una seguidilla de amenazas de nuevos atentados y de ataques contra el cuerpo académico y funcionarios.

A través de un comunicado interno, la casa de estudios detalló que el análisis del Gope estableció que “se trataba de un artefacto presumiblemente incendiario, programado para que se accionara durante la noche. Tal situación ha derivado en una indagatoria  policial sobre las circunstancias del frustrado atentado, con la que la facultad ha prestado su máxima y activa colaboración, proporcionando los antecedentes que le han sido requeridos y tomando las acciones sugeridas por la autoridad. Una de ellas fue el manejar este asunto con reserva, sin hacerlo público, para no entorpecer la indagatoria”.

En el mismo documento, las autoridades académicas revelaron que tras el ataque frustrado, el 9 de mayo tomaron conocimiento de la publicación donde un grupo se adjudicó el hecho “como parte de sus acciones en contra de centros de investigación científica y de desarrollo tecnológico, amenazando, además, en forma directa a cinco miembros de nuestra comunidad académica y estudiantil”.

Sumado a este episodio, se detalla que el jueves 12 de mayo “desconocidos enviaron un correo electrónico al mayordomo del Departamento de Ingeniería Eléctrica, con copia a tres funcionarios, avisando sobre la supuesta instalación de un artefacto explosivo en el edificio de dicha unidad, lo que fue descartado por personal de Carabineros, luego de evacuar preventivamente y revisar minuciosamente el lugar”, dice el comunicado.

Con estos antecedentes, autoridades académicas se contactaron con el Ministerio del Interior para expresar su preocupación por estos hechos que calificaron de inéditos.

En una de las amenazas enviadas, desconocidos advirtieron que “lo de la semana pasada fue un aviso solamente. Queríamos ver su reacción.  Su tiempo de vivir exterminando los recursos naturales está por terminarse”.

El decano de la facultad, Patricio Aceituno, confirmó la presentación de la querella y señaló que “hemos hecho difusión en la comunidad para que todos estén alerta ante hechos sospechosos como bultos o maletines abandonados dado que hay una amenaza. Es por esto que reforzamos la vigilancia con guardias”. Agregó que “la facultad la cuidamos todos, no sólo se resuelve con mayor vigilancia o presencia de carabineros. Yo me comuniqué con el Ministerio del Interior en cuanto supimos de la instalación de un aparato explosivo porque somos una institución estatal y tenemos que recurrir a las instancias que el Estado provee cuando uno de sus órganos está amenazado”.

Al respecto, el fiscal nacional Jorge Abbott aseguró que “el equipo a cargo del fiscal Raúl Guzmán, de la Fiscalía Sur, sigue investigando todos aquellos delitos que dicen relación con la instalación de aparatos explosivos (...) El gobierno nos ha dado recursos para contratar a personal a honorarios que está también trabajando en estos temas”.

El persecutor Claudio Orellana, a cargo del caso, dijo que “estamos investigando un hecho ocurrido a comienzos de abril. Y dado el corto tiempo desde la ocurrencia, estamos en plena investigación y con diligencias decretadas que se están realizando por parte del equipo policial y la fiscalía”.