Francisco Díaz Klaassen: "Hubo una moda de escritores jóvenes que desapareció"
El autor chileno radicado en EE.UU. publica Cuando éramos jóvenes.
Marcelo Salas tiene una "admiración infinita por la observación intelectual de George Perec". El futbolista es, secretamente, un escritor frustrado, fanático de la novela 1984 que escucha a Mark Lanegan y Bill Callahan. Por supuesto, es una fantasía. Es un cuento de Francisco Díaz Klaassen (28), se llama Cuando conocí a Salas (y me rompió el corazón) y seguramente es el que más rápido se queda en la retina de su nuevo libro, Cuando éramos jóvenes.
Libro de cuentos sobre encuentros fortuitos, recuerdos abruptos y nostalgias inesperadas, es el tercer libro de Díaz Klaassen. Antes publicó Antología del cuento nuevo chileno (2009) y El hombre sin acción (2011). Según él, dos fantasmas: "Tengo la sensación de que nadie me ha leído", dice en una pasada por Chile: después de estudiar Literatura Creativa en Nueva York, tomará un doctorado en la Universidad de Cornell, también en EE.UU.
En cualquier caso, algún ruido metieron esos primeros libros. En 2011, fue escogido como un de los "25 tesoros literarios a la espera de ser descubiertos" de Latinoamérica, por la Feria del Libro de Guadalajara. Con él estuvieron también los chilenos Nona Fernández y Diego Muñoz Valenzuela. Esa vez, Díaz Klaassen recibió tarjetas, varias promesas y palmetazos en la espalda. Jorge Herralde, el editor de Anagrama, pidió su correo electrónico.
"Todas esas listas son súper caprichosas", dice restándole importancia y ante evanescencia del entusiasmo inicial. Más lector de José Donoso que de Roberto Bolaño, en 2012 publicó con el sello neoyorquino Sudaquia Cuando éramos jóvenes y ahora Ebooks Patagonia lo lanza en Chile.
Además del cuento en torno a Marcelo Salas, pocos más tienen un filo pop. Hay relatos sobre los "hombres colgantes de Praga", sobre un jugador de Damas y sobre mujeres perdidas; también sobre lecturas y escritores jóvenes. En esa línea está Cuando odiábamos tanto a Zeta, un relato sobre un grupo de autores veinteañeros en el Chile de hoy, abrumados por la existencia de un autor que encandila a todas las mujeres: "Teníamos que escapar de Chile", deciden.
"Ese cuento sobre todo hace referencia a un supuesto fenómeno de escritores jóvenes, que tiene mucho de ruido y al final detrás del ruido va quedando cada vez menos", dice Díaz Klaassen, aludiendo a una camada de autores menores de 30 en la que también están Juan Pablo Roncone, Simón Soto, Antonio Díaz Oliva, Diego Zúñiga, Pablo Toro, Daniel Hidalgo Maori Pérez, Felipe Becerra, y otros. Para él, fueron una tormenta que no se desató: "Algo había. Me parece que cada vez menos. Creo que había cierta tensión que parecía iba a dar en algo. Una inquietud o cierta curiosidad. Pero de un momento a otro se prostituyó y empezaron a aparecer 40 escritores jóvenes, se generó cierta moda y desapareció la tensión", sostiene.
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