Gabinete asume rol articulador para balotaje

En el último consejo de gabinete que lideró la Presidenta Michelle Bachelet, el pasado 6 de noviembre, los ministros abordaron informalmente el rol que asumirán el próximo domingo, cuando se realice la elección presidencial y parlamentaria.

Algunos secretarios de Estado aseguran que ese día acordaron reunirse a las 18 horas del domingo 19 en La Moneda, aunque otros sostienen que el arribo masivo del gabinete a la sede de Palacio -ya que los ministros políticos estarán en sus respectivos puestos de trabajo- estará supeditada a los números que arroje la elección presidencial y a qué tan holgado sea el resultado entre el ex Presidente Sebastián Piñera y quien, de acuerdo a los sondeos, pasaría también a segunda vuelta: el abanderado del PS, PPD, PR y PC, IC y MAS, Alejandro Guillier.

En ese mismo consejo de gabinete se transmitió que la Presidenta hará un punto de prensa el día de los comicios, abriendo un debate al interior del oficialismo en torno al mensaje que entregará la Mandataria. Esto, considerado que ese día La Moneda dejará atrás el escenario de dos candidatos presidenciales -Guillier y Carolina Goic (DC)-, posibilitando el apoyo del Ejecutivo a una sola candidatura.

Algunos dirigentes de la Nueva Mayoría -incluso algunos que participan del gobierno- han sugerido a La Moneda que, en caso de que la diferencia entre ambos candidatos esté bajo los 15 puntos, la Mandataria pueda dar un gesto en torno a la unidad del conglomerado. Esto, en momentos en que la DC tiene agendado el 20 de noviembre, un día después de la elección, un consejo nacional donde resolverá la posición del partido con miras a una segunda vuelta.

Aunque ese día la DC definirá si se allanan o no a la opción de Guillier, algunos parlamentarios del partido ya han transmitido que hay que apoyar el mismo día de la elección al senador por Antofagasta.

Es en medio de los intentos por tender puentes entre una y otra candidatura que el gabinete de Bachelet, en el que conviven ministros abiertamente guillieristas y otros adherentes a Goic, se ha fraguado un rol articulador para lo que será el balotaje. Especialmente aquellos con cargos "sectoriales", que según dicen en La Moneda tienen más "libertad" para cumplir un rol político.

Personeros DC con cargos en La Moneda han expresado al gobierno que confían en que Goic va a asumir un liderazgo en pos de la unidad del sector. Incluso, se ha analizado que el día de los comicios, ante las dudas de si la abanderada DC se comunicará o no con Guillier, o más bien esperará el consejo de su partido, La Moneda pueda ser un "lugar de encuentro" para generar interlocución entre las distintas candidaturas.

No se descarta, de hecho, que si el resultado de la elección se considera abiertamente remontable para Guillier ante Piñera, funcionarios DC de gobierno entreguen una señal al abanderado el mismo domingo.

Ese día, el ministro de Economía, Jorge Rodríguez Grossi, acompañaría a la abanderada DC en el curso de la votación. Y se espera que el ministro de Defensa, José Antonio Gómez, llegue hasta el Hotel Fundador, en Santiago, para estar con Guillier.

El martes pasado, tanto Gómez como el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, participaron de la entrega del Programa de Guillier en el Teatro Coliseo.

El titular de Defensa había asistido días antes a una cena de recaudación a favor del abanderado. Y aunque no tiene un rol formal en el comando, es reconocido por su influencia en el guillierismo.

Tanto Gómez como Mena suenan en el oficialismo como cartas que podrían eventualmente dejar el gabinete de Bachelet para reforzar la campaña de Guillier en segunda vuelta. Esto, en momentos en que se apronta una reestructuración del comando para el balotaje.

Mientras Mena alcanzó un mayor perfil público con el rechazo del proyecto minero Dominga -y vería con buenos ojos poder colaborar con Guillier según algunos cercanos-, Gómez tiene una amplia trayectoria y fue tentado en su minuto para asumir como generalísmo del senador.

Con todo, la posible salida de ministros, como ha ocurrido en anteriores gobiernos, está subordinado a los números de la elección y la capacidad de dar vuelta el resultado en segunda vuelta.