Gangas de Warhol y discreción favorecen ventas privadas de arte

Ante la variación de los precios, muchos coleccionistas prefieren la discreción y flexibilidad de una venta privada por sobre el riesgo y la visibilidad de una sala de remates.




Leo Koenig, marchante de arte del barrio neoyorquino de Chelsea, solía negociar ventas privadas presentando a vendedores y compradores. Ahora, tiene que comprar la obra de arte para que ocurra la venta.

"Los súper negocios duran un segundo", dijo Koenig, dueño de una galería en la calle West 23 en Manhattan. "Uno tiene que tener un cheque listo para aprovecharlos".

Recientemente compró una pintura de Gerhard Richter que un coleccionista vendía con un descuento de 30% y dos Warhols del periodo temprano que se vendían a la mitad de su precio durante el apogeo del mercado.

Luego los ofreció a potenciales compradores al precio que él pagó, mostrándoles las facturas, más una comisión de 5%. Si bien Koenig no se está enriqueciendo -los precios de Warhol y Richter eran de seis dígitos-, los ocho tratos que cerró de esta manera desde marzo ayudaron a mantener su galería a flote.

Tales ventas están aumentando desde que la crisis económica alejó a los especuladores y otros compradores del mercado de arte público y asustó a los vendedores con el riesgo de que se frustren las subastas de obras de arte costosas.

Sotheby's, que cotiza en bolsa, ha perdido aproximadamente la mitad de su valor de mercado el año pasado. Las ventas mundiales de Christie's International bajaron 35% en el primer semestre de 2009, dijo la compañía.

Ante la variación de los precios, muchos coleccionistas prefieren la discreción y flexibilidad de una venta privada por sobre el riesgo y la visibilidad de una sala de remates.

VENTAS PRIVADAS
"Si no se vende, no es un acontecimiento público", dijo Michael Findlay, director de Acquavella Galleries Inc. en Nueva York. "Sin embargo, si su pintura está en la portada del catálogo de una subasta y se ha promovido globalmente y luego no se vende, ¡ay!".

En junio, una venta privada de pinturas de Mark Rothko y otras obras por US$310 millones que pertenecían al financista Ezra Merkin sugerían que aún hay apetito y dinero para el gran arte. (Merkin desvió US$2.400 millones de fondos de clientes a Bernard L. Madoff Investment Securities LLC, con sede en Nueva York, a cambio de US$470 millones en comisiones, según una querella entablada en abril en un tribunal estatal de Nueva York por el fiscal general Andrew Cuomo. Merkin está tratando de conseguir que se desestime la causa).

Christie's gestionó "varias" transacciones privadas de "US$30 millones" durante el primer semestre de 2009, dijo el máximo responsable ejecutivo Edward Dolman.

Obras de Warhol, Willem de Kooning, Donald Judd, Sigmar Polke, Picasso, Matisse, Richard Serra, Dan Flavin, Bruce Nauman, Jeff Wall, Gilbert y George, Alighiero Boetti y Vija Celmins han cambiado de manos en meses recientes, según comerciantes, consultores de arte y coleccionistas.

ACUERDOS ATRACTIVOS
Las ventas privadas componen el segmento más opaco del mercado de arte, que en gran parte no está reglamentado. La discreción que atrae clientes a estos acuerdos también previene que la mayoría de los participantes revelen detalles específicos acerca de estas transacciones.

Tales tratos también les permiten a los coleccionistas tener control sobre los precios "en un momento en que está muy díficil determinar los niveles de precios", dijo Dolman. "La gente está contenta con negociar y abandonar una transacción" si no se logra un acuerdo, agregó.

Coleccionistas serios y experimentados, que comprenden las ventajas de comprar en un mercado deprimido, han llenado la brecha que han dejado los especuladores en retirada.

"Quieren tratos", dijo Dorsey Waxter, directora de la galería Greenberg Van Doren, que recientemente vendió trabajos en papel de Jasper Johns, con precios que iban de US$12.000 a US$350.000. "Típicamente tienen en mente un monto que quieren pagar y están muy aferrados a ese número".

"Están ocurriendo muchas ventas de hasta US$1 millón", dijo Nicholas Maclean, comerciante privado de arte en Londres y Nueva York. "Un trato de US$10 millones es un negocio muy grande hoy, y está habiendo muy pocos de esos".

OBRAS SIGNIFICATIVAS
Los precios no han bajado mucho en cuanto a obras de arte significativas, y es más probable que estas aparezcan en una venta privada que en una subasta, dijo Donald B. Marron, quien colecciona arte moderno y contemporáneo y es el jefe ejecutivo de la firma adquisición Lightyear Capital LLC.

"Algunas grandes cosas se ofrecen en privado, pero los precios son muy altos", dijo el coleccionista de arte contemporáneo Adam Lindemann. Los vendedores "no están dispuestos a aceptar los precios de hoy, por lo que se están logrando pocos tratos".

Los precios con frecuencia están tan desconectados de la realidad, que "uno siente que la gente está en una expedición de pesca", dijo Todd Levin, director de Levin Art Group, una firma de asesoramiento con sede en Nueva York.

Las obras de calidad mediana permanecen en el mercado a menos que reciban un descuento de al menos 30% y con frecuencia mayor con respecto de los precios máximos del año pasado. Por otra parte, "un Picasso tardío se va a vender con muy poca variación del precio", dijo Findlay, de Acquavella.

Aun en esta economía, cuando aparece una obra maestra, los coleccionistas tienen que pagar, o arriesgarse a perderla, dijeron comerciantes.

"No significa que uno va a conseguir un estupendo Picasso del periodo azul a un descuento de 50%", dijo Findlay.

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