Gerente de las red SIP: "No veo cómo un sostenedor pequeño resistirá las exigencias que impone la nueva ley"
Lily Ariztía, gerente de la red de colegios Sociedad de Instrucción Primaria (SIP), que agrupa a 18 colegios, explica que la carga administrativa y de fiscalización podría limitar la creatividad del proyecto educativo.
A fines de enero el gobierno aprobó la ley de inclusión que contempla terminar con el lucro, copago y selección en aquellos colegios que reciben subvención. En este grupo entran los recintos agrupados en la red de la Sociedad de Instrucción Primaria (SIP).
La gerente general del organismo, Lily Ariztía, explica cómo los 18 colegios de la red se están preparando para lo que será uno de los cambios más grandes en cuanto a las "reglas del juego".
¿Cómo se están preparando para enfrentar la ley de inclusión?
Nos estamos preparando engrosando nuestro sistema administrativo y creemos que la nueva ley está hecha en terreno completamente político y no está hecha para terrenos prácticos, en el sentido que no va a mejorar la calidad y como nosotros somos operadores de calidad, en ese sentido no nos va a afectar pero sí en la sobrecarga administrativa que tendremos porque vamos a tener una cantidad enorme de requerimientos administrativos.
¿Ampliarán su personal?
Sí, vamos a fortalecer las estructuras administrativas sobre todo para las rendiciones de los dineros que se vienen a propósito que el proyecto fija una lista de cosas en las que se puede gastar los dineros de la subvención. Nosotros somos partidarios de la rendición de los recursos, ya sean públicos o privados, pero creemos que una cosa es rendir los recursos y otra cosa es que te ahoguen con las rendiciones.
El año pasado en el área de finanzas y gestión teníamos a seis personas y contrataremos a cuatro más.
Pero están asumiendo que habrá sobrecarga…
Si bien está ley aún no ha sido promulgada se asimila un poco a la supervisión que trajo la ley de subvención escolar preferencial (SEP). Por ejemplo, con la SEP y a propósito de los cambios, le estamos preguntando al Mineduc si podemos comprar lockers para habilitar una sala temática. Le pregunté porque ya me han rechazado gastos lógicos como esos. Entonces, si nosotros nos vamos a convertir en entidades que en vez de administrar colegios y usar nuestra creatividad pensando cómo enseñar mejor a lo niños o hacer mejores clases, o cómo voy a contratar a más y mejores psicólogos y neurólogos por la ley de inclusión que nos exige una cantidad diversa de profesionales dentro de la sala, voy a tener que contratar a más personas que estén regulando y preguntando si podemos comprar lockers. La carta aún no ha sido respondida.
Si a su juicio es tan restrictivo, ¿cómo piensan los colegios pequeños enfrentar la reforma ?
No veo cómo lo podrán hacer, no veo cómo un par de monjitas o una sostenedora que es una profesora que trabaja con su marido y un par de profesores más puedan hacer frente a esta cantidad de requerimientos que se viene con el listado de gastos que están sujetos a los fines educativos. Van a tener que subcontratar oficinas de contadores para que les puedan llevar todas las cuentas como el Mineduc requiere.
Usted dice que han tenido problemas al ser fiscalizados por la Superintendencia de Educación…
El año pasado estuvieron cinco meses en nuestras oficinas y nos pidieron rendición de cuentas de 2008, y estábamos en 2014. Por ejemplo si uno compra resmas, cada una de ellas tiene que ir adjunta a la factura y al proyecto educativo. Dentro de ese plan debe decir a qué acción va destinada, entonces tienes que tener ese aparataje para poder dar cuenta de todas estas subvenciones. Insisto, soy la primera que creo que tengo que dar cuenta porque no son dineros míos, por lo tanto es obvio que tengo que dar cuenta, pero es mucho.
El Mineduc explicó que el detalle de, por ejemplo, los fines educativos, estarán fijados en los reglamentos que preparan.
Claro, y aún no los conocemos. Y como no sabemos, pensamos que se puede asimilar a la SEP que también restringe los gastos, y con la nueva normativa lo lógico es que lo que venga sea parecido. Como la subvención se puede gastar sólo en fines educativos, éstos deben estar tan amarrados como los de la ley SEP.
¿A su juicio cómo deberían ser los reglamentos?
Espero que sean lo más claro posible y flexibles, que les den la flexibilidad y la libertad de creatividad para que los colegios puedan gastar sus recursos realmente en la calidad de la educación y en donde necesiten hacerlo. En estos momentos la SEP también restringe. Por ejemplo, puedo comprar computadores, pero yo no los necesito, porque tengo. Lo que sí necesito es contratar a profesores buenos y darles condiciones laborales para que tengan un buen trabajo, y eso, no lo puedo hacer.
¿Cuáles son los principales temores que tienen como red de colegios?
Que se restringa a tal punto la libertad que limite la creatividad para mejorar el proyecto educativo de acuerdo a una lista taxativa de gastos. Es una normativa hecha por personas que están sentadas al lado de un escritorio, que no conocen las salas de clases, ni los requerimientos de una.Nos sentimos absolutamente paralizados en el crecer. Teníamos un proyecto aprobado para construir en la población La Bandera y lo suspendimos. Es muy difícil porque cualquier gasto que una haga va a tener que ser consultado ya que vemos la amenaza de que si no consultamos el gasto, después éste sea rechazado.
¿Qué otra secuela les ha dejado la nueva ley?
Estamos paralizados en nuevos proyectos, primero porque no sabemos claramente cuáles van a hacer las reales reglas del juego. Pero sí sabemos que vamos a tener que pedir permiso para abrir un colegio, cosa que nos parece que atenta contra la libertad de educación. No vamos a poder emprender nuevos colegios, y si quisiéramos hacerlo, vamos a tener que ser sometidos a ver si la comuna o la cuadra tiene establecimientos, o más allá de que sean buenos o malos.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.