Gestos DC a Bachelet se replicaron en la trastienda del último debate opositor

A diferencia del primer debate de la Nueva Mayoría, en donde Michelle Bachelet ingresó caminando sola a los estudios de Canal 13, anoche en TVN la ex mandataria lo hizo acompañada de su madre, Angela Jeria, quien apenas se aproximó al sector donde estaban los invitados de cada candidato saludó al ex Presidente y senador DC, Eduardo Frei.

Aunque pequeño, el gesto reflejó la tónica que marcó la noche: la sucesión de gentilezas entre cercanos y miembros del comando de la ex mandataria con figuras de la Democracia Cristiana.

La complicidad se reflejó en el estudio, en la antesala del debate en otra escena: el presidente del Senado y figura DC, Jorge Pizarro, compartió en todo minuto con el presidente del PS, Osvaldo Andrade, el senador PPD Ricardo Lagos Weber, y los jefes de programa y comunicaciones de Bachelet, Alberto Arenas y Alvaro Elizalde. Sólo cuando debían trasladarse al set, a segundos del enfrentamiento, los dirigentes se separaron y ubicaron en los sectores habilitados para la "barra" de cada candidato.

Cinco minutos antes de iniciar el debate, los candidatos fueron invitados a pasar al set. Tras saludarse, guardaron silencio hasta el comienzo del programa. Bachelet miraba sus apuntes, Velasco y Gómez miraban a sus adherentes y Orrego sonreía.

Ya dentro del set y con el debate corriendo, los invitados seguían en silencio las intervenciones de sus candidatos. La tensión de las primeras respuestas se rompió con los primeros aplausos que vinieron del comando de Gómez.

No obstante, a diferencia del debate anterior, donde los cuatro aspirantes a La Moneda optaron por evitar la confrontación, anoche el formato permitió interacciones directas entre los candidatos, abriendo paso a un dinámico intercambio de opiniones que, por momentos, se volvió particularmente hostil.

El duelo más áspero lo vivieron Andrés Velasco y Claudio Orrego, quienes se enfrentaron directamente en cuatro ocasiones, concentrando la mayor tensión del programa televisivo.

Posteriormente, el ex ministro de Hacienda se mostró particularmente aislado al mantener posturas divergentes con el resto de sus pares: también se enfrentó con el senador radical José Antonio Gómez y mostró diferencias sutiles con Bachelet a raíz de la propuesta de reforma tributaria de la ex mandataria. Dichos episodios se concentraron en el segundo bloque del programa, donde las preguntas del periodista Mauricio Bustamante eran directas y donde cada respuesta fue seguida de enardecidos aplausos de sus simpatizantes.

El minuto de mayor nerviosismo entre los presentes fue el emplazamiento de Velasco a Orrego: "No te reconozco", le dijo el ex secretario de Estado, activando una inmediata molestia entre los dirigentes de la DC. El timonel Ignacio Walker se mostró visiblemente molesto y hacía gestos de reprobación hacia el sector donde estaba el comando del candidato independiente.

Los enfrentamientos de Velasco lo llevaron a mantener una postura rígida durante todo el debate. Ni siquiera levantó la mirada cuando la ex presidenta recordó que había sido su "jefa".

Entre los cercanos a Bachelet reinó el nerviosismo: Arenas, Elizalde y Lagos Weber siguieron con preocupación la defensa de Bachelet de su reforma tributaria. Pero estallaron en aplausos apenas culminó su intervención. Todos, salvo uno: el secretario ejecutivo del comando, Rodrigo Peñailillo, quien permaneció inmutable durante toda la jornada.

Los momentos de distensión vinieron con la broma de José Antonio Gómez: "Dicen que soy cuarto, pero voy a salir primero", provocando risas generalizadas.

Y luego con los gestos de Orrego a Bachelet: cuando le agradeció que participara en primarias, aplaudieron con fuerza los comandos de ambos candidatos. Gestos que se repitieron apenas terminó el debate: tras las conferencias de prensa finales y antes de entrar a camarines, ambos se encontraron de frente. Tras un breve diálogo, se tomaron una fotografía e hicieron un brindis por el "buen debate". Luego, la candidata aprovechó de compartir también con Velasco, quien por primera vez se mostró relajado.