Gobierno chino confirma ejecución de dos personas por disturbios en el Tíbet
El Gobierno chino confirmó hoy la ejecución de dos personas por su participación en los violentos disturbios ocurridos en el Tíbet en marzo de 2008.
El portavoz de turno del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ma Zhaoxu, confirmó las dos ejecuciones, primeras de las que se tiene noticia en relación con las revueltas de Lhasa.
Las declaraciones de Ma confirman, al menos parcialmente, las informaciones que grupos activistas tibetanos facilitaron la semana pasada, denunciando el ajusticiamiento de cuatro tibetanos el pasado 20 de octubre.
Según esas informaciones, divulgadas por el Movimiento Tibetano Global (una federación de 166 organizaciones de todo el mundo), dos de los ejecutados, Lobsang Gyaltsen y Loyak, fueron sentenciados a muerte el 8 de abril por haber causado incendios en los que perecieron siete personas de la etnia han, mayoritaria en China.
Los datos sobre los otros dos ajusticiados no están claros, reconoció el Movimiento Tibetano Global, aunque señaló que uno de ellos se llamaba Penkyi, quien, de acuerdo con la prensa oficial china, fue condenado a muerte en abril por quemar dos tiendas de ropa en las que murieron seis personas.
Las organizaciones firmantes del comunicado condenaron los ajusticiamientos, asegurando que los cuatro tibetanos, como muchos otros encausados por las revueltas de Lhasa, no tuvieron un juicio justo.
El 14 de marzo de 2008 se vivieron en Lhasa las peores revueltas tibetanas en 20 años, que causaron la muerte de 18 civiles y un policía, y desataron otras protestas en zonas de esa etnia contra los inmigrantes han y la presencia china en el "Techo del Mundo".
Los tibetanos en el exilio aseguran que la represión de las fuerzas de seguridad chinas tras las protestas causó más de 200 muertos, detenciones arbitrarias y juicios en los que los acusados no tuvieron la defensa adecuada.
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) denunció en su informe anual sobre la pena de muerte que en 2008 fueron ejecutadas al menos 2.390 personas en todo el mundo, el 72 por ciento de ellas en China.
AI afirmó que la cifra en China puede ser más elevada, ya que los datos sobre las condenas de muerte y las ejecuciones son un secreto de Estado en el país asiático.
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