Gobierno de Chipre renuncia a aplicar polémica tasa a pequeños ahorros
El presidente de Chipre, Nicos Anastasiadis, presentará hoy al Parlamento el plan de rescate europeo que impone un gravamen de hasta casi un 10% a los depósitos bancarios, aunque aceptó exonerar a quienes poseen menos de 20.000 euros.
El nuevo proyecto de ley, al que tuvo acceso la AFP antes de su envío al Parlamento por la tarde, no prevé medidas compensatorias en franjas de depósitos más altos, lo cual haría incumplir, según advirtió el Banco Central de Chipre, los objetivos pactados con los acreedores de la isla.
Los bancos de este pequeño país de la zona euro no volvieron a abrir desde el anuncio del plan el pasado sábado y permanecerán cerrados hasta el jueves, por temor de un retiro masivo de fondos de clientes angustiados por sus ahorros.
El nuevo proyecto de ley deja intactos los ahorros bancarios de menos de 20.000 euros pero mantiene el plan inicial, de una quita de 6,75% sobre los depósitos de 20.000 a 100.000 euros y de 9,9% sobre los de más de 100.000 euros.
La zona euro pidió el lunes las autoridades de la isla librar de cualquier tasa a los depósitos de hasta 100.000 euros, ante la ola de indignación y de críticas.
Esas quitas se proponen recaudar 5.800 millones de euros, a cambio de un rescate por 10.000 millones acordados el sábado por la troika de acreedores de Chipre (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), para salvar al arruinado país.
Una fuente europea europea en Bruselas había advertido el lunes por la noche que cualquiera sea el reparto de las tasas, no debía comprometer el objetivo de recaudar 5.800 millones de euros.
Pero según el gobernador del Banco Central de Chipre, Panicos Demetriades, eso es precisamente lo que ocurrirá con una mera exoneración de impuestos a los depósitos de menor cuantía, sin compensación en los tramos superiores.
"Si garantizamos 5.500 millones (de euros), ello será considerado como una ruptura del acuerdo y probablemente no será aceptado", dijo Demetriades, citado por la agencia CNA.
Chipre es el quinto país de la zona euro en beneficiarse de un plan de rescate internacional, aunque con un monto muy inferior al que tuvo que inyectarse para salvar a Grecia, Portugal e Irlanda y para apuntalar al sector bancario español.
La quita forzosa despertó temores de que Chipre pueda servir de laboratorio en la Unión Europea (UE).
"No seremos sus conejillos de indias", "UE. ¿Quién es el próximo ¿España o Italia?", proclamaban las pancartas agitadas por centenares de manifestantes el lunes por la noche ante el Parlamento.
El voto debía celebrarse el lunes, pero fue aplazado hasta el martes ante la dificultad de asegurar una mayoría al proyecto de ley pactado entre el presidente conservador y la troika de acreedores.
El gravamen sobre los depósitos bancarios -tanto de chipriotas como de residentes extranjeros- también generó fuertes críticas de Rusia, que tiene importantes haberes en la isla.
"Hay que decirlo francamente, esto parece una confiscación de fondos extranjeros. No sé quién tuvo esa idea, pero es lo que parece", declaró el lunes el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev.
Poco antes, el presidente ruso, Vladimir Putin, entró en el debate declarando que "esta decisión, si se adopta, será injusta, no profesional y peligrosa", según el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Desde hace meses Chipre es señalado como un paraíso fiscal con pocas contemplaciones sobre el origen de los fondos depositados en sus bancos por millonarios rusos, muchos de ellos sospechosos de ser miembros de la mafia.
La agencia Moody's evaluó en US$19.000 millones los activos de sociedades rusas colocados en Chipre, a los que se añaden US$12.000 millones de haberes de bancos rusos en entidades chipriotas.
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