Gobierno paquistaní reclama "acción inmediata" por la lapidación de una joven

La víctima, quien se encontraba embarazada, fue apedreada hasta la muerte por un grupo de familiares, por haberse casado sin el consentimiento de sus padres.




El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, reclamó hoy una "acción inmediata" para llevar ante la Justicia a los autores del "brutal asesinato" a ladrillazos de una joven ante la pasividad de la Policía en Lahore (este).

El asesinato ocurrió el martes pasado en las inmediaciones del Alto Tribunal de Lahore, en la provincia oriental de Punjab, donde la víctima se dirigía para asistir a una vista, cuando un grupo de familiares se le acercaron y empezaron a lanzarle ladrillos. 

El primer ministro pidió a su hermano y jefe de Gobierno de Punjab, Shahbaz Sharif, que le entregue hoy mismo un informe sobre ese "crimen brutal en presencia de la Policía" y que haga lo posible para que los autores sean llevados ante la Justicia "cuanto antes", según un comunicado que recogen los medios paquistaníes.

De acuerdo con la versión oficial, la mujer, embarazada de tres meses en el momento de su muerte, se había casado con el hombre que amaba sin el consentimiento de sus padres, por lo que con su decisión había atentado contra el honor familiar. 

El padre de la víctima, que se encontraba entre los familiares que mataron a la joven -al igual que dos de sus hermanos-, había denunciado al marido de su hija por secuestro, motivo por el que la pareja acudía al tribunal cuando ocurrió el ataque.

El único atacante que no huyó del escenario del crimen fue el progenitor, que reconoció a la Policía que el asesinato se debió a una cuestión de honor, según el diario Express Tribune.

Los llamados "crímenes de honor" son muy habituales en el sur de Asia y suelen implicar a varones de una familia que vengan lo que consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral familiar de las sociedades locales. 

En Pakistán, entre dos y tres mujeres mueren cada día "por honor", en un goteo que pasa casi desapercibido pero que, según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, acumuló el año pasado 869 víctimas mortales, aunque la entidad alerta de que muchos casos quedan sin denuncia.

"Estos crímenes persisten por la impunidad de la que gozan los asesinos", dijo la Comisión en un reciente informe, en el que denunció que la costumbre de permitir la absolución del criminal si es perdonado por la familia de la víctima favorece las agresiones.

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