Gonzalo Cordero, director de comunicaciones de Sebastián Piñera: "No hay que sacar cuentas meramente electorales"

El director de comunicaciones de Sebastián Piñera, Gonzalo Cordero, comenta la crisis que enfrentó el gobierno con el cambio de gabinete. Y advierte que no hay que caer en triunfalismos.

¿En qué pie queda el oficialismo ?

Este es el broche final de una gestión que en materia económica, al menos, ha sido claramente un fracaso. La discusión respecto del frenazo de nuestra economía, sobre que se debía a factores externos o a situaciones internas del gobierno, quedó zanjada que se debe a lo segundo.

¿Cuánto le afecta al país esta situación?

Es malo para el país. La imagen y seriedad que proyecta el país no solo tiene que ver con la calidad de las políticas públicas que, por cierto, son muy importantes, sino que también con la calidad de los liderazgos que nos gobiernan y, claramente, eso ha quedado en entredicho.

¿Esto favorece electoralmente a Piñera? Teniendo en consideración que, para muchos, representa el crecimiento económico...

El contraste es evidente, de eso no hay duda alguna. En cuanto a la imagen del Presidente Piñera, en sus fortalezas en términos de capacidad de gestión y de liderar equipos, con objetivos claros respecto de lo que hay que hacer. El contraste de lo que hemos visto la verdad no puede ser mayor. Tengo la impresión de que la oferta electoral que representa el Presidente Piñera se distingue nítidamente respecto de los demás competidores.

Entonces, ¿les favorece?

Sí. Pero también hay que considerar que el desafío no termina en la elección. No hay que sacar cuentas meramente electorales, porque eso sería pequeño y no mirar el problema de fondo. El problema de fondo no es la mera deba-cle del gobierno o lo que pueda provocar electoralmente, sino el daño que le hacen estructuralmente al país. Lo que es malo para el país no es bueno para el próximo gobierno.

En Chile Vamos surgió nuevamente la idea de ganar en primera vuelta. ¿Es posible?

En estas circunstancias, más que especular, uno tiene que dedicarse a trabajar...

Pero está instalada la idea. ¿Cómo manejarán el triunfalismo?

Se pueden producir ciertos ambientes de triunfalismos, que considero equivocados. Lo mejor es seguir dando el ejemplo, que la tarea es difícil, que hay que hacer la pega todos los días. La elección no se ha ganado, hasta que se cuenta el último voto.