Graffiti: Nacido en la calle
"El siglo XXI será global, romperá todo tipo de fronteras nacionales y geográficas y será un siglo sin tiempo, por la enorme cantidad de información que el mundo compartirá. También descubriremos nuestra juventud en el siglo XXI. Van a enviarse señales reconocibles por cualquiera en el planeta tierra, ahora, y también para quienes piensan en el pasado, en el arte de las cavernas, cuando los jóvenes de la era paleolítica usaban como lienzo las paredes".
El autor de estas palabras es Timothy Leary, quien nunca supo que resultaron ser proféticas para lo que Pablo Aravena quería mostrar en su documental NEXT. Esta cinta, que ya ha recorrido el mundo y que recopila cinco años de trabajo este chileno radicado en Canadá, muestra el universo del graffiti en el mundo. Para él nació como una cosa y terminó siendo otra. "Cuando empecé a hacer la película miraba los graffitis como una obra más para una galería, pero después me fijé más en los tags o firmas, aprecié los más básico de pintar. Es increíble lo que sale de ese gesto. Si uno lo piensa, todo es arte. Me abrió los ojos a otro lenguaje, a un juego visual en una ciudad, aprendí otro idioma que te ayuda a navegar por las ciudades", cuenta.
Para Aravena las palabras de Leary fueron el epígrafe perfecto para su cinta, "predecía Internet y que la gente iba a volver a crear un idioma visual pintando en las paredes como los cavernícolas. Tenía razón, hoy el graffiti es un idioma mundial, ahora hablado por jóvenes del mundo entero, entonces son señales que quedarán en el tiempo", afirma.
-¿Cuál es tu impresión de lo que provoca en la gente que no necesariamente está relacionada con el graffiti?
-Hay gente que no entiende el gesto de pintar y se siente molesta. Hay otras personas que lo aprecian, porque les hace el día diferente ver una pintura en un lugar inesperado. El arte tiene que crear un diálogo, el graffiti crea un diálogo estando en el ámbito público. Y nos hace convivir con una expresión artística en el cotidiano, no sólo en la galería.
-La Fundación Cartier en París ha inaugurado una de las retrospectivas del graffiti más completa y extensa. ¿Qué te parece que el mundo del arte, más académico, se esté haciendo cargo de alguna forma de una expresión que aún es catalogada y definida como vandalismo?
-Creo que es natural que empiece a ser catalogado y estudiado como arte serio. Va a entrar en el canon del arte y será catalogado como un movimiento de arte en el futuro. Pero también siempre existirá ese lado vándalo. Esa energía no se muere nunca y es lo que le da vida y filo al graffiti. Siempre habrán escritores jóvenes y hambrientos que querrán hacer misiones imposibles.
Manifestar el extraordinario desarrollo de un movimiento artístico que nació en las calles neoyorkinas en los años 70 es lo que planteó la Fundación Cartier para hacer la muestra que plaga hoy el edificio proyectado por el arquitecto Jean Nouvel. En esas paredes parisinas de la muestra Né dans la Rue -de la que copio el título para este reportaje y que dura hasta fines de noviembre- hay algo que hemos visto en las calles de Santiago, una pared de 5x5 m pintada por el chileno Basco/Vazko.
Para Aravena, el graffiti en Chile está a punto de explotar para afuera. Ya hay varios artistas chilenos que están en Europa, Brasil y EE.UU. que viajan, exponen y demuestran el estilo chileno. "Creo que está saliendo un estilo auténtico, mezclando varias influencias nacionales e internacionales que van desde nuestro muralismo político de la Brigada Ramona Parra, graffiti NYC, graffiti brasileño, Pixacao -letras brasileñas- y otras", explica.
A su juicio también hay una proyección importante en el mundo de las galerías, con más exposiciones aquí y en el extranjero con artistas chilenos. "Se creará un brand chileno de graffiti igual como el brasileño. Ya hay un libro sobre el graffiti en Chile a la venta internacionalmente llamado Street Art Chile de Rodney Palmer. Afuera se están dando cuenta de lo que está pasando y el nivel de desarrollo que hay. Espero que las galerías, instituciones y el público sepa apreciar y apoyar esta nueva vanguardia de pintura en Chile", puntualiza.
SE VENDE, LO COMPRO
Hace rato que el graffiti también se puede comprar, ya sea porque marcas lo citan en sus productos o llaman a sus representantes para hacerlo en ediciones limitadas. También porque los mismos miembros de esta cultura han creado empresas o colectivos para generar marcas y contenido. Un ejemplo de esto es Upper Playground, firma estadounidense que nació hace 10 años en San Francisco y que tiene tiendas-galerías que se expanden por el mundo y que al mismo tiempo se nutren de colaboraciones de otros graffiteros para hacer ropa, libros, objetos, accesorios, juguetes firmados y pensados por los rockstars y los no tanto de la escena, además de suministros para hacer graffiti.
Y por estos lados, también hay algunos que ya tienen en mente hacer algo parecido. Álvaro Fierro, director de la revista JOIA, considera que en Chile es un tema difícil. "Recién se están sacando a la luz proyectos que podrían servir como base para lograr una empresa del nivel de Upper. El público se está abriendo y acostumbrando a este tipo de instancias, revistas, exposiciones y a entender que el arte ya no sólo es un par de manchas en una tela dentro de una galería fría".
A pesar de eso dice que: "Con JOIA tenemos la proyección de llegar a ser más que una revista. Queremos lograr armar una industria similar a Upper, con artistas chilenos y de otros lados para crear merchandising, libros, expos, etc. Es un tema que desarrollaremos de acá a un futuro cercano". Piensa que hace unos años era "imposible, ahora es sólo cosa de tiempo y para eso somos varios los que estamos trabajando hacia ese mismo lado".
Alguien que también está involucrado en este proceso es Felipe Quezada, quien hace unos años creó la Galería Trafic. Quezada advierte que vio "una realidad en el graffiti, una escena, un movimiento de artistas que estaban ocultos y me pareció interesante". Hoy su galería cerró y mutó en la Agencia Trafic, con la que acaba de inaugurar la muestra colectiva The Leñadores Proyect en la Galería Animal. Además, está pronto a abrir una veta de negocios en el desarrollo de muebles intervenidos con graffiti a través de su agencia que define como un "laboratorio creativo".
Negocios relacionados con el graffiti ya están aquí a nivel masivo de retail y es posible tener acceso a lo que ofrecen marcas como Upper Playground en las tiendas Zoo Concept. Andrés Fasani, Marketing de Zoo, habla de esta relación con el graffiti. "Tratamos de marcar tendencias y el graffiti está siempre actualizado, en cuanto a noticias, problemas sociales y son los que guían el tipo de dibujo y colores que se usan. Todas nuestras marcas tienen una línea diseñada por algún graffitero. Muchos de nuestros juegos de vinilo y algunas de nuestras carteras están diseñados por ellos".
-Es tanta la variedad de productos que tienen influencia de graffitis que ya nadie podría decirte una edad especifica o un prototipo de persona, algunas de nuestras carteras las usan gente alejada de esta cultura. Marc Jacobs lanzó una colección en homenaje a Stephen Sprouse -artista pop cuyo trabajo se basaba en el graffiti- para Louis Vuitton. Traemos marcas como Upper Playground que tiene en su mayoría colaboradores del mundo del graffiti, que hace que tengamos acceso a ponernos una polera con el trabajo de un gran artista o comprar cortinas de baño diseñadas por Sam Flores".
También dice que se pueden encontrar allí marcas un poco más pequeñas, pero igual de importantes por su mensaje y crítica social, como es Akomplice. "En general, tenemos productos con colaboraciones como FAFI, Paul Insect, Dora Drimalas y colecciones de juguetes diseñadas por otros tantos. Hemos traído zapatillas que homenajean a Basquiatt y otros artistas que empezaron en este mundo".
A su juicio, este creciente interés del público masivo por el graffti tiene que ver con que "quienes buscan estos diseños somos todos. Ya sea algo que nos dé risa, que nos hace ver bien, que nos haga caminar con un mensaje del que estamos convencidos, porque tiene los colores de moda o los que nos gustan. A mí parecer el graffiti es un reflejo de la sociedad, por lo tanto, todos tenemos algo de cada uno de estos trabajos".
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