Guardiola: "Hasta pronto, a mí no me perderán nunca"

Claramente fue una noche de emociones, la presencia de Guardiola por última vez en el Camp Nou como entrenador de los blaugranas tenía al estadio copado hasta las banderas y la gente buscó su forma de demostrarle el cariño al exitoso director técnico.

Terminado los 90 minutos llegó el momento de las ovaciones, de los homenajes. Pep se acercó al centro del campo mientras por las pantallas gigantes del estadio se mostraban imágenes de los logros obtenidos durante los cuatro años que duró el proceso del ex volante al mando del Barcelona. El rostro del DT demostraba las emociones que se sentían en el lugar, y Guardiola no evitó dirigirse al público.

"Muy buenas noches a todos. La vida me ha hecho este regalo, que durante cinco años he podido disfrutar de todo el espectáculo que han dado estos chicos. No sabéis el cariño que me llevo a casa, estos cinco años, no sabéis la felicidad que me llevo, sobre todo a los más cercanos. Soy tan privilegiado como todos vosotros. Espero que hayáis disfrutado de haberles visto jugar. Que sepáis que os echaré mucho de menos. El que más pierdo soy yo. El cinturón apretaba mucho, pero yo me lo quito. Seguid teniendolo puesto, que esto continúa, os dejo en las mejores manos. Seguid con ellos. Hasta pronto, a mí no me perderéis nunca", señaló Pep desde el centro de la cancha y dirigiéndose a cada una de las personas que estaba en las graderías del Camp Nou.

Finalizado el discurso, los jugadores se acercaron a su todavía DT y lo levantar en una imagen que se hizo común durante el proceso, manteando a Pep como en todas esas noches de glorias que marcaron y caracterizaron este proceso. Luego, Guardiola se retiró despidiéndose de la gente que se encontraba en el camino mientras el estadio se deshacía en un emotivo y potente aplauso.