Guede vuelve al origen de su enredo
Iquique marcó hace cinco meses el punto de partida de los males del cuestionado Guede en Colo Colo: perdió el invicto y a parte del camarín tras una oncena extraña y deforme.
Pablo Guede vuelve a Iquique. La ciudad donde comenzó a perder el Clausura 2017 y amenaza ahora su puesto. El 2 de abril pasado, en la capital de la Segunda Región, el técnico de Colo Colo vivió una de sus peores jornadas al mando del Cacique. Hoy llega con la soga al cuello.
Aquel día, el argentino cometió una serie de errores que le costaron muy caro a su equipo, que llegó a dicho duelo como exclusivo puntero. Los albos no sólo cayeron por 3-2 ante el local, sino que además perdieron el invicto, el liderato y se llenaron de dudas en la interna.
Lo primero que se recuerda de aquel partido es la inédita y extraña formación titular que el transandino mandó al campo de Cavancha. Una alineación que contó con Paulo Garcés al arco, tras la lesión de Justo Villar que lo hizo perderse todo el campeonato, pero que además tenía una cantidad excesiva de delanteros, algo que hasta hoy no entienden en el Monumental.
La oncena estelar fue la siguiente: Garcés; Fierro, Barroso y Campos; Iván Morales, Baeza, Suazo y Mark González; Paredes; Andrés Vilches y Octavio Rivero. Es decir, cinco atacantes.
La apuesta pareció darle resultados en un comienzo, ya que Morales metió un centro por la derecha que conectó el uruguayo para el 0-1. Sin embargo, un grueso error del Halcón propició el empate de los Dragones Celestes, que poco a poco comenzaron a dominar las acciones. Al final, sacaron provecho del exceso de atacantes del cuadro de Macul, que dejó muchos espacios atrás esa mañana.
"Aquella vez no hubo ida y vuelta, porque cuando perdíamos la pelota nadie bajaba a recuperarla. Ése fue el problema de tener a tantos delanteros. Guede se molestó muchísimo con sus jugadores, los reputeó y a partir de ese momento empezó a marginar a Fierro, por ejemplo. Hubo más consecuencias, porque tuvo toda la semana al plantel entrenando la táctica pierde y presiono, como le llama él. Por su parte, le dolió que dijeran que había improvisado", recuerda uno de sus colaboradores.
Efectivamente, ésa fue una de las principales críticas que recibió el adiestrador: escoger a un Iquique invicto, que estaba en Copa Libertadores y que era muy sólido en su casa para probar una formación nunca vista. "Sin duda que ese partido nos complicó. Dejar a Fierro afuera después provocó algunas diferencias con Figueroa, Barroso y el mismo Villar, que al final terminó yéndose del club. Íbamos muy bien hasta ese partido, pero luego el camino se enredó", agrega la fuente.
Guede, a quien la Garra Blanca fue a "apretar" el martes al Monumental, por lo que tuvo que salir por Avenida Departamental, vuelve hoy a la tierra donde comenzó a decaer. "No podemos negar que Guede nos ha puesto a pensar en la conveniencia de su continuidad", dicen ya en el directorio. Iquique puede ser otra vez decisivo en el futuro de Guede, como punto de inflexión para revertir la crisis o como sentencia.
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