Guillermo Teillier: "Para qué conformamos la Nueva Mayoría, si después cinco se arrogan que están en la cocina y hacen lo que quieren"
Aunque no descarta ciertos entendimientos, Teillier cree que es difícil lograr acuerdo en la reforma educacional.
Casi tres horas duró la reunión entre el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, y los diputados comunistas y de la Izquierda Ciudadana, en el comedor de la vicepresidencia de la Cámara, el lunes en la noche.
Los ánimos estaban inquietos tras el acuerdo de Arenas con los senadores de la Comisión de Hacienda, que se tradujo en ajustes a la reforma tributaria. En la bancada PC-IC reclamaban no haber sido informados, al tiempo que veían con malestar que el acuerdo revivía la imagen de la llamada política de los consensos, de la que fueron críticos en los anteriores gobiernos de la Concertación.
¿Quedaron satisfechos con la explicación del ministro Arenas?
Yo diría que quedamos conformes con el hecho de que el ministro se dio el tiempo para hablar con nosotros. Una larga conversación. Nos explicó el porqué y el contenido del protocolo. Además, nos aseveró que los pilares de la reforma no se tocaban y que eso lo iba a demostrar en el informe financiero. Esto no quiere decir que hayamos dicho: "Qué bueno, ministro, estamos contentos". Quedamos en estudiar todo lo que él nos dijo. Vamos a estudiar las indicaciones, el informe financiero y después de eso vamos a tomar una determinación de cuál va a ser nuestra conducta en la Cámara.
¿Se mantienen las dudas?
Ninguna fue respondida en detalle, porque no tenía los instrumentos a mano el ministro. Entonces subsisten, creo que no son sólo dudas nuestras. ¿Se junta o no el 3% del PIB? ¿Se termina o no el FUT? Esta posibilidad opcional de declarar que se les da a algunas empresas, ¿da la posibilidad de eludir? ¿Va a haber fiscalización? El ministro nos respondió a todo eso, pero queremos ser responsables con la opinión pública. Vamos a esperar.
¿Ahí decidirán cómo votar cuando vuelva la reforma a la Cámara?
Yo creo que se va a votar separadamente y cada indicación vamos a verla en su mérito. Nos interesa una reforma estructural que entregue el 3% del PIB. No queremos que se desnaturalice el proyecto. Que se cumpla lo que está establecido en el programa de gobierno.
¿Se quejaron por la forma?
El ministro reconoció que el trato no había sido bueno. Incluso, dijo estar dispuesto a hacer una autocrítica, que asumía la responsabilidad. Que hubo cierta desprolijidad. Si bien es verdad que nos habían informado de las tratativas con RN, nunca se nos dijo estos son los tres o cuatro cambios fundamentales que pueden crear polémica. Si hubiéramos conocido la materia, tal vez estaríamos defendiendo los puntos. Ahora tenemos que hacernos la convicción. Hoy, el mundo social está mirando con mucha atención. Será un factor que va a tener más injerencia en la reforma a la educación y en las reformas laborales. La reforma a la educación es mucho más ideológica.
¿Es posible llegar a acuerdo en educación?
Creo que sí. Pero cualquier cosa que nos retrotraiga a la política de los consensos, como en el pasado, para nosotros es fatal en los proyectos de educación. Se puede llegar a acuerdo para fortalecer un proyecto. Pero lo perverso de antes es que una minoría, habiendo votado una mayoría algo distinto, decía nosotros tenemos derecho a veto, por lo tanto, córtenle la mitad a ese proyecto. Quedaban todas las cosas medio truncas, a medio hacer. Eso causó decepción muy grande en la ciudadanía. Por eso es muy importante lo que dijo el ministro del Interior, que esa política de los consensos había quedado en el pasado. Ahora, puede haber negociaciones, pero para avanzar, para abrir camino, no para impedir la realización de las reformas.
¿La reforma educacional es más delicada?
Es un objetivo de fondo, que trasciende a este gobierno, que tiene que ver con el desarrollo del país. Tiene ribetes ideológicos. Es ahí donde yo me pregunto, ¿qué tipo de acuerdos puede haber con la derecha? ¿La derecha va a estar de acuerdo en terminar con el lucro, con la segregación? Yo lo encuentro muy difícil. No veo a la bancada de la UDI levantando las manos contra el lucro en la educación. Pero en algunos aspectos, Amplitud, RN, tal vez podrían estar de acuerdo y participar. En eso no somos obtusos, entendemos que vivimos en un país que está compartido por distintas fuerzas. Pero de ahí a usar la política de consensos para impedir los cambios, no estamos de acuerdo.
Hay una frase de Radomiro Tomic, militante DC, que decía que cuando se pacta con la derecha, gana la derecha.
Era una mensaje de Radomiro Tomic dirigido a la DC. Creo que habría que repetírselo a algunos de ellos. No al partido DC, al que le tengo respeto.
Años atrás, Gladys Marín también cuestionaba a la Concertación de haber perdido su objetivo.
Todos nosotros cuestionamos las prácticas que existían en los gobiernos de la Concertación. Criticábamos la exclusión, la política de consensos en la que no se aprobaban las cosas como se comprometían. Ahora, Gladys siempre entendió que había que llegar a un entendimiento mayor para reformar la Constitución, para cambiar el sistema electoral, para las reformas laborales. Tal es así, que Gladys Marín el año 96 empezó a hacer propuestas en ese sentido. Entonces, no nos oponemos a los acuerdos cuando tienen objetivos concretos y hoy, esos objetivos concretos están en un programa de gobierno. Por eso votamos por la Presidenta Bachelet. Y le diría que estamos conformes con el ritmo que ha tenido hasta ahora el cumplimiento del programa. Lo que no quiere decir que estemos de acuerdo en que se tenga que ceder en cosas sustanciales para aprobar un proyecto de ley. Eso es volver a la política de los consensos.
¿Se ven firmando un acuerdo con la UDI, levantando las manos, como fue el 2006, con la anterior reforma educacional?
No, levantando las manos, no. Eso no lo aceptamos, lo desechamos y no estamos dispuestos ahora. Sin embargo, a veces hay acuerdos que trascienden las ideologías, como la nacionalización del cobre. Su apro- bación fue unánime. De repente puede haber algo que sea unánime, ¿por qué no? No es tampoco una cuestión de piel.
Pero me imagino que les interesa cuidar las formas y no les acomoda salir en la foto con la UDI.
Evidentemente, hay que cuidar las formas. A la UDI tampoco le interesa aparecer en la foto de un acuerdo con nosotros. Aunque con diputados de la UDI hemos estado juntos; en la "ley Emilia", que se ha aprobado, somos firmantes diputados comunistas y de la UDI. También podemos actuar en conjunto en cuestiones necesarias.
¿A raíz de este acuerdo tributario, evaluaron en algún momento salirse del pacto o están lejos de eso?
No, nunca evaluamos la posibilidad de retirarnos del pacto. Lo que pasa es que esto encendió una luz roja. Nosotros decidimos hablar francamente. Decir las cosas. No nos gusta hablar por la prensa, pero fue necesario. Creo que lo hicimos correc- tamente con nuestros pares y también lo hicimos en el comité político. Creo que quedó establecido que algo no estaba caminando bien, por la forma cómo se estaban viendo los proyectos. Segundo, quedó establecido que nosotros no tuvimos ningún conocimiento. Y tercero, nuestras dudas son razonables. No estamos poniendo en cuestión al gobierno ni a la reforma tributaria. No somos los únicos que tenemos estas dudas. Hay senadores que tienen interrogantes parecidas. No pongo en duda las palabras del ministro. Pero como decía Santo Tomás: ver para creer.
¿Cómo recibieron esta frase de Andrés Zaldívar, de que no todos pueden estar en la cocina?
Parece que se desdijo. Pero es un pensamiento antiguo. A veces, es verdad que para discutir las cosas tiene que ser un grupo de expertos. No todos podemos estar. No en la cocina. La comparación no es buena. Pero ese grupo que tiene la misión de discutir, no se puede llevar la pelota para la casa. Tiene que compartir con el resto. Para qué elegimos diputados, para qué conformamos la Nueva Mayoría. Para qué nos jactamos de la diversidad que tenemos, si después cinco se arrogan que están en la cocina y tienen la batidora y hacen lo que quieren.
Una de las discusiones que viene es el mecanismo para cambiar la Constitución.
No hay acuerdo sobre el método. No hay acuerdo sobre nada. Estamos en un período en que cada uno está expresando su voluntad política. Ahora, todos queremos cambiar la Constitución. En eso no hay dudas. Y la bancada por la asamblea constituyente no es pequeña, hay 40 diputado y nueve a 10 senadores. No es menor. Hay varias agrupaciones. Pero todos tienen derecho a expresar cómo quieren que se debata la nueva Constitución. Los comunistas estamos con la asamblea constituyente.
Comparte la idea de que esto se aplace. El senador Navarro dice que es mejor esperar para tener 25 senadores en 2017.
¿El tendrá una bola de cristal para decir que vamos a tener 25 senadores? Se ha dicho que se va a iniciar la discusión el primer semestre del próximo año. ¿Cuánto va a durar ese proceso? Ninguno de nosotros lo puede saber.
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