Guillier dice que sería el primer Presidente de la meritocracia en nuevo libro de entrevistas
El candidato del PR, además, critica a diversas figuras políticas, como Piñera, Lagos, Jackson y Boric. También se lanzó contra el programa de Bachelet: "Tirar proyectos a tontas y a locas no sirve".
Tres extensas entrevistas, transcritas en 148 páginas, ofrece el libro Alejandro Guillier, de cara al país, del periodista Raúl Sohr, recién lanzado por el sello Debate de Penguin Random House.
En el texto, Sohr conversa con su colega, el senador independiente y precandidato presidencial del PR, Alejandro Guillier, sobre su biografía y las circunstancias del país en las que se inserta su carrera hacia La Moneda. A lo largo del diálogo, el parlamentario intenta reflejar su visión de un "poder horizontal" y distinguirse de los denominados "políticos tradicionales" a partir de su historia personal.
"Si yo ganara, sería el primer presidente que es completamente provinciano, que estudió en liceos públicos donde va el proletariado, el mundo popular, no en los colegios 'emblemáticos', sino en liceos con número, y que, además, estudia en una universidad de provincia y no en las tradicionales de Santiago. Entonces, es real mi meritocracia, pero la de la clase media para abajo, no de aquel que estudió en liceos emblemáticos", argumenta Guillier en uno de los pasajes del libro.
Entonces, ante la pregunta de Sohr respecto de si él sería el primer chileno que llega a la Presidencia exclusivamente por mérito, el senador por Antofagasta responde con un enfático "sí".
"A tontas y a locas"
Guillier también aprovecha el repaso de la actualidad para disparar críticas de diverso calibre a otras figuras políticas, desde Gabriel Boric hasta Sebastián Piñera, pasando por su propio sector: la Nueva Mayoría.
El senador recuerda en el texto una conversación con el ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo, en la que le cuestionó la celeridad de las reformas del programa de Michelle Bachelet: "Le dije: 'En esto de las reformas, ¿no vas muy rápido?'. Y él me respondió: 'No, porque tenemos sólo cuatro años (...), así que hay que tirar toda la carne a la parrilla'. A mí esto me quedó dando vueltas, porque sentí que era muy artificioso. Tirar proyectos de ley de reforma de cualquier cosa, a tontas y a locas, no sirve de nada".
De hecho, respecto de la reforma constitucional, cuyo proyecto inicial será enviado mañana al Congreso (ver nota secundaria en página 16), Guillier expresa que no es "prudente tener una nueva Constitución en este gobierno, pues están contra el tiempo". Y dice que debiera quedar como tarea para el próximo gobernante.
El senador tampoco tuvo las mejores palabras para sus compañeros oficialistas de la Cámara Alta. "Dejé de ir a los almuerzos con los parlamentarios PPD y con el tiempo dejé de ir a los de la Nueva Mayoría -que son todos los martes- cuando empecé a aparecer en las encuestas y fui sintiendo la agresividad al pasar. Lo entendí muy rápido, y no fui más. Si no hay afecto, no hay fraternidad, y así las cosas no funcionan", dice en el libro.
Críticas transversales
Durante la conversación, el abanderado del PR también lanza algunos dardos contra candidatos rivales, como los ex presidentes Ricardo Lagos y Sebastián Piñera.
Del primero critica su forma de ver la actividad como una "misión" personal. "Lagos diría: 'Yo tengo en mi cabeza el Chile que quiero'. Por mi parte, tengo en mi cabeza la voluntad de trabajar para construir ese Chile, pero con todos", explica.
Guillier es un tanto más duro con Piñera, a quien le enrostra la investigación por el caso Exalmar: "Bajo el gobierno de Piñera se impulsó la política de 'cuerdas separadas' con Perú. Mientras los conflictos limítrofes no afectaran los negocios, todo estaba en orden. Entonces, resulta que los que dirigían el país estaban haciendo negocios con el país vecino en medio de un conflicto. Lo que importa es el comercio; la soberanía les da lo mismo. No eran negocios chilenos, eran negocios particulares".
A lo largo de las entrevistas, Guillier también dedica algunas palabras para dos figuras del Frente Amplio, Gabriel Boric y Giorgio Jackson, a quienes califica de "individualistas". "Son incapaces de tener conciencia de esto. Son hijos del modelo. Les cuesta articular acuerdos. Por eso mismo, a Boric lo expulsaron de Izquierda Autónoma. Y Jackson ha tenido algunos problemas para dirigir Revolución Democrática. Muchos se quejan de que en estos nuevos movimientos y partidos políticos hay individualismo", opina.
Los emplazamientos no sólo fueron para quienes están abiertamente en política, sino también para quienes operan en su entorno, como los dueños de consultoras comunicaciones. "¿A qué se dedican los ideólogos de todo eso (Eugenio) Tironi y (Enrique) Correa? Al lobby más descarado que hay en el país. Y, además, como si no bastara, lo hacen atendiendo, al mismo tiempo, a todos los bandos en pugna", dice.
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