Harboe y debate por subpactos: "No voy a hacer una modificación que pueda generar una crisis en mi coalición"
Presidente de la Comisión de Constitución del Senado aborda los ejes de la reforma al binominal, que comenzará a analizarse desde el 9 de septiembre. Si bien valora propuesta de limitar aportes reservados, dice que hay que buscar fórmula para evitar "el regreso de las platas negras".
Durante esta semana, el senador PPD Felipe Harboe tiene presupuestado reunirse con las senadoras de la Nueva Mayoría Isabel Allende, Carolina Goic y Adriana Muñoz. El objetivo del encuentro es comenzar a delinear la fórmula con que se buscará compatibilizar la ley de cuotas –que fija que al menos un 40% de las candidatas sea de sexo femenino- con las primarias.
Se trata de uno de los temas que quedó pendiente durante la tramitación de la reforma al sistema electoral binominal en la Cámara de Diputados y que comenzará a analizarse desde el próximo 9 de septiembre en la Comisión de Constitución del Senado, presidida por Harboe.
El parlamentario aborda en entrevista con La Tercera algunos de los puntos centrales de la reforma y otros que han surgido en el camino, como la iniciativa de los diputados Giorgio Jackson y Vlado Mirosevic, para limitar los aportes reservados en las campañas.
Si bien valora las propuestas que apuntan hacia una mayor transparencia de la actividad política, advierte: "Hay que ser muy cuidadosos, porque la experiencia comparada de cuando se ha limitado el tipo de aporte es que puede pasar algo que nadie quiere, que es el regreso de el maletín con plata o las platas negras".
El ministro Peñailillo ha señalado durante la última semana que espera que antes de fin de año se termine con el binominal. ¿Lo cree posible?
Ojalá sea así, trabajaremos para que sea así. La Comisión de Constitución es la que más sesiones tiene a la semana, así que vamos a hacer todos los esfuerzos para que así sea, y eso va a depender de la capacidad que tengamos para llegar a acuerdos. En la comisión se expresa la transversalidad política y logramos buscar acuerdos porque entendemos que los proyectos que ahí se debaten son proyectos de futuro y de una implicancia muy importante y espero que ese ejercicio se aplique también al debate del sistema electoral.
El trámite, propiamente tal, comienza el próximo 9 de septiembre. ¿Cómo se iniciará el proceso?
Vamos a invitar al ministro del Interior, quien ha llevado desde el Ejecutivo el proyecto y una vez que el ministro haya hecho su exposición, vamos a acordar y definir cuáles van a ser los invitados y los tiempos de discusión. Acá hay un buen ánimo de tratar el tema con la profundidad que se requiere y pensar en legar a las próximas generaciones un sistema democrático más profundo y más inclusivo.
Luego se van a ver temas como simulaciones, tando del redistritaje, como de las nuevas regiones como unidades electorales.
Hay un grupo de senadores de las regiones extremas del país que plantean que la reforma, tal como viene de la Cámara, sobrerrepresenta a Santiago respecto de las regiones. ¿Cuál es su postura?
Yo no tengo un prejuicio sobre una eventual sobrerrepresentación. Lo que yo creo es que hay que tratar de equilibrar es que las regiones queden debidamente representadas, pero que también haya criterios geopolíticos que son relevantes. Vamos a ver cómo se da la discusión, cómo va quedando la composición, y cuál sería el factor de representación ciudadana o electoral que se plantea en el proyecto que fue aprobado en la Cámara de diputados.
Hay otro punto que fue planteado por el senador Alberto Espina, que dice que el proyecto sobrerrepresenta a la Nueva Mayoría en relación a la Alianza, por lo que sería un "traje a la medida" para el oficialismo. En relación a esto, el analista Kenneth Búnker entregó estimaciones que le dan la razón...
Voy a citar a un estadista inglés, que decía que la diferencia entre un político y un estadista es que mientras el político se concentra en las próximas elecciones, el estadista es capaz de pensar en las próximas generaciones. Entonces yo llamaría a los senadores a pensar en las próximas generaciones y no estar con la calculadora en la mano, porque efectivamente este sistema electoral va a ser un legado de este parlamento para futuras generaciones, por lo tanto hay que estudiarlo con la debida responsabilidad y altura de miras.
Otro de los temas que queda por ver es la propuesta de Mirosevic y Jackson que apunta a que los aportes de campañas podrán ser reservados mientras no excedan los 240 mil pesos. ¿Cómo ve esta propuesta?
Veo con simpatía las propuestas que vayan apuntando hacia la transparencia del gasto de campaña. El punto es que hay que ser muy cuidadosos, porque la experiencia comparada de cuando se ha limitado el tipo de aporte es que puede pasar algo que nadie quiere, que es el regreso de el maletín con plata o las platas negras. En consecuencia, hay que ser muy cuidadosos, y creo que en esa materia hay que ver cómo lo han resuelto democracias consolidadas en el mundo que han logrado compatibilizar, por un lado, el límite de gasto electoral, de transparencia del mismo, y por otro lado, evitar los incentivos perversos para que no lleguen las platas negras que tanto daño le han hecho a la política.
En cuanto a la tensión entre la DC y el PS por los subpactos. ¿Usted es partidario de permitir esa fórmula?
A mi siempre me ha gustado la posibilidad de tener subpactos, pero quiero decirle que como presidente de la Comisión de Constitución y como miembro activo de la Nueva Mayoría no voy a hacer una modificación que pueda generar una crisis en mi coalición. Creo que el valor de lo colectivo debe anteponerse a incluso el interés de un partido u otro.
El gobierno ha planteado que el costo del aumento en el número de parlamentarios debe asumirlo el Congreso, por otro lado hay parlamentarios que piden sincerar este debate y asumir que la reforma va a costar más plata. ¿Cómo se va a enfrentar ese tema?
No lo sé, pero espero que primero tengamos claridad respecto de los costos asociados y en segundo lugar al origen de los recursos para cubrir esos costos. porque creo que hay que ser muy realistas.
Voy a poner el caso -que no aplica para esta elección- porque el tiene elección en ocho años más, pero por ejemplo Andrés Allamand, si Allamand que hoy día es senador y tiene 24 comunas, tu le vas a decir, hoy día te eligen 2 millones de personas, y en la próxima elección te van a tener que elegir 6 millones de personas y vas a tener 54 comunas, y tu le vas a bajar la asignación de oficinas. Entonces la pregunta es, bueno, cómo va a representar a la gente.
Entonces hay un tema que hay que resolver, porque si observas los gastos administrativos y de oficina no son tan altos como la gente cree y en estricto rigor tampoco son suficientes.
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