Heraldo Muñoz: "No queremos que se imponga la lógica de la violencia en Venezuela"
En medio de cumbre del Grupo de Lima, canciller aborda crisis que se vive en el país caribeño y analiza el futuro de la política exterior ante el cambio de gobierno.
"No podemos quedarnos de brazos cruzados". Así, la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, inauguró ayer el tercer encuentro del Grupo de Lima en Toronto, instancia creada para abordar la crisis que se vive en Venezuela. A la cita asistió el canciller Heraldo Muñoz y los otros once ministros que conforman el grupo -Argentina, Brasil, Canadá, Perú, entre otros-, cuyo objetivo es explorar formas de búsqueda de una "solución pacífica" a la crisis del país de Nicolás Maduro.
En el encuentro, los secretarios de Estado rechazaron las recientes elecciones regionales venezolanas -que dieron una amplia victoria al oficialismo y causaron la división de la oposición-, y llamaron a la UE y al Secretario General de la ONU, António Guterres, a jugar un rol más activo.
En conversación con La Tercera, Heraldo Muñoz valoró la realización de estas instancias y reiteró la necesidad de lograr "una salida política y negociada" al conflicto.
¿Cómo ve actualmente la situación en Venezuela?
La situación de Venezuela sigue siendo la misma. Hay un quiebre del orden democrático, ausencia de Estado de derecho, un deterioro económico y social progresivo y una profunda crisis humanitaria.
¿Cuál es la eficacia de instancias como el Grupo de Lima frente a estas crisis?
Aunque digan lo contrario, las autoridades venezolanas saben que los pronunciamientos e iniciativas de países como los que componen el Grupo de Lima son importantes. Y más que simplemente criticar, queremos una salida política y negociada a la crisis. Eso requiere voluntad política de las partes para un diálogo creíble y sobre condiciones mínimas y una agenda previamente concordada. Hay un cierto pesimismo reinante, pero los países democráticos de la región no podemos permanecer indiferentes a lo que sucede en Venezuela. No queremos que se imponga la lógica de la violencia, el uso de la fuerza por algún actor interno o externo, la migración o el deterioro progresivo de la vida de los venezolanos.
¿Fue tardía la reacción de los países de América Latina ante las decisiones que estaba tomando el Presidente Nicolás Maduro?
Creo que los países de la región reaccionaron frente al agravamiento de la crisis venezolana. Habían señales de larga data de deterioro de la democracia, pero nunca se había alcanzado el menoscabo que observamos hace ya un par de años. Hubo gobiernos anteriores que además se rindieron ante el precio del petróleo a 130 dólares el barril y que buscaron la convivencia ecléctica con el gobierno de Hugo Chávez.
¿Cómo debe enfrentar Chile su relación con Bolivia si Evo Morales sigue en el poder?
Si Evo Morales sigue o no sigue en el poder, no cambiará la defensa de nuestra soberanía territorial fundada en el Tratado de 1904. Eso lo doy por descontado en cualquier escenario futuro. Pero apostaría a una mayor integración y mejoramiento creativo del acceso al mar que Bolivia ya posee. Solo un dato: en los últimos 10 años el comercio de cargas bolivianas por el puerto de Arica ha aumentado en 800%. He dicho, además, que hay una "integración silenciosa" entre ambos países reflejada en el incremento del comercio bilateral, la gran inmigración de bolivianos que vienen a vivir a Chile, la operación de una nueva aerolínea boliviana en Chile, la creciente cantidad de estudiantes bolivianos en universidades chilenas, muchos de ellos con becas del Gobierno de Chile, y la cooperación chilena a Bolivia en el ámbito médico, por nombrar algunos hechos. Esto sumado a la reanudación de las reuniones del Comité de Fronteras pendiente desde el 2011, para resolver problemas prácticos de la relación vecinal, son señales distintas a la hostilidad hacia Chile que quiere hacer primar el gobierno de Morales.
¿Cómo ve el futuro de la política exterior chilena ante el cambio de gobierno?
Veo más continuidad que cambio. Creo que hemos pasado por el mejor momento de la política exterior de los últimos tiempos y hay que seguir el rumbo de más integración vecinal y regional, más acuerdos comerciales, más cooperación, más liderazgo en los temas de futuro como océanos, astronomía, Antártica. Y dejar los casos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya acotados y que continúen generado amplia coincidencia entre los más diversos sectores. Me interesa que un futuro gobierno se anticipe a los cambios acelerados que se nos vienen encima, y, por eso, estamos dejando un documento de reflexión titulado "Política Exterior 2030", elaborado por un amplio espectro de autoridades y expertos, para anticiparnos al mundo que fluye de la era digital a la de la inteligencia artificial.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.