Hernán Ronsino: "Escribo desde el desarraigo"

El argentino viene a la Feria del Libro de Viña del Mar.




"Cada pedazo de pared de esta ciudad lleva, como una piel, las huellas de mi historia", se lee en Lumbre, la tercera novela del autor argentino Hernán Ronsino publicada en 2013 y que cierra un ciclo iniciado con La descomposición (2007) y seguida de Glaxo (2009). Las historias de los tres libros transcurren en Chivilcoy, ciudad donde Ronsino nació en 1975.

"Antes de venirme a Buenos Aires no tenía un vínculo fuerte con la literatura. Los antecedentes eran los libros que me hacían leer en la escuela, donde la literatura estaba impuesta. Luego comencé a pensar en mi ciudad como escenario para mis libros. Así es como escribo desde el desarraigo", dice Ronsino desde la capital argentina, donde llegó en 1994 para estudiar sociología.

Actualmente es una de las nuevas firmas destacadas en su país, junto a Selva Almada, Mariana Enriquez, Samanta Schweblin y Federico Falco. "La paradoja de Ronsino consiste en su capacidad para hablar de manera tan luminosa de las oscuridades de toda historia", escribió sobre su obra el narrador boliviano Edmundo Paz Soldán, columnista de La Tercera.

En noviembre pasado Ronsino estuvo en Chile presentando la edición local de Glaxo, editada por el sello Cuneta. Ahora, regresará para participar en la 33° Feria del Libro de Viña del Mar, que partió el pasado jueves.

Ronsino estará presente en tres actividades. El sábado 24 (19.00 h) presentará El regate, el elogiado libro del autor brasileño Sérgio Rodrigues publicado por el sello Anagrama. Ese día, una hora más tarde, leerá el fragmento de un texto, como también lo harán los escritores nacionales Leonardo Sanhueza, Alejandra Costamagna y Diego Zúñiga. Y a la tarde siguiente, el domingo 25, a las 18.00, será entrevistado por Costamagna.

"Mi formación está muy marcada por esas narrativas que crean universos poderosos y únicos, como la de Juan Carlos Onetti, Antonio Di Benedetto y Juan José Saer", señala Ronsino sobre sus influencias y adelanta que su próxima novela no ocurrirá en Chivilcoy. "La historia va creciendo por dentro y recorre las calles de Buenos Aires", agrega, sin dar más detalles. Sobre las nuevas voces de la literatura argentina, dice: "Estamos marcados por condiciones históricas parecidas. Hay conexiones, por ejemplo, en los espacios rurales descritos en los libros de Selva Almada, Federico Falco y los míos. Lo importante es que hay sellos independientes tanto en Argentina como en Chile que nos quieren dar a conocer".

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