Hollande confiado en que triunfará en el balotaje: "lo siento, lo veo, lo quiero y espero"
El candidato socialista a la presidencia en Francia, dijo que "vamos a cambiar Europa y a recuperar nuestra confianza" en una visita al departamento de Aisne.
François Hollande dijo hoy que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia el próximo 6 de mayo constituye "un momento histórico" que va a permitir a los socialistas cambiar Europa y recuperar la confianza en sí mismos.
"Nos esperan en todas partes. Muchos dicen que si Francia cambia Europa cambiará. Vamos a cambiar Europa y volveremos a tener confianza en nosotros mismos", recalcó en Aisne, departamento donde con el 27,1 % de los votos, superó el pasado domingo por casi un punto a la ultraderechista Marine Le Pen (26,33 %).
El socialista se mostró confiado en su victoria dentro de dos semanas con un elocuente "lo siento, lo veo, lo quiero y espero", pero dejó claro que la última palabra la tienen sus votantes.
"Vayan a convencer a los que no pueden más y a los que no han votado como vosotros. Convencerlos sobre nuestro proyecto. Háganlo por ustedes, por la República, porque quiero que estas elecciones sean históricas, no sólo para pasar página a cinco años que han parecido diez, sino también -subrayó- porque el mundo y Europa nos miran".
Hollande, que en la primera vuelta encabezó los sufragios con un respaldo del 28,63 %, por delante del Presidente y aspirante a la reelección Nicolas Sarkozy (27,18 %), y de Le Pen (17,9 %) aseguró que no desea entrar en la lógica de la confrontación de los franceses emprendida por su contrincante, pero sí enfrentarse a él.
"Quiere un debate, dos, tres, ya no sé ni cuántos. Y querrá uno después de la segunda vuelta, pero será demasiado tarde", dijo el favorito entre los aplausos de los asistentes, a los que aseguró que se someterá al único debate previsto, programado para el 2 de mayo, para decirle a Sarkozy "tantas cosas, pero sobre todo, adiós".
El socialista advirtió de que "el mayor riesgo para Francia y Europa sería seguir en la misma línea", y pese a reconocer que si llega al Elíseo "las dificultades no van a desaparecer", pidió el apoyo de todos los franceses para afrontar esa hipotética futura labor: desde "reorientar Europa", hasta controlar la deuda.
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