El hombre que ha evitado miles de suicidios en el puente Golden Gate

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Cada año, aproximadamente 60 personas intentan suicidarse desde el Golden Gate en San Francisco. Kevin Briggs, miembro retirado de la Patrulla de Carreteras de California, explica cómo logró que miles de personas decidieran seguir viviendo.




El puente Golden Gate, ubicado en la ciudad de San Francisco en California, fue construido en la década de los 30s. La estructura encargada de unir la península de San Francisco con la parte sur de Marin, tiene una longitud de 1280 metro y una altura de 227 metros, la cual lamentablemente es usada por algunos como medio para terminar con sus vidas.

Según estadísticas oficiales, 60 personas al año se dejan caer desde el Golden Gate al mar, y se calcula que desde su construcción, 4.500 personas lo han logrado. Pero este número podría ser aún más alto si no fuera por Kevin Briggs.

La Patrulla de Carreteras de California se dedica a controlar el puente y sectores aledaños y, como miembro de este equipo, es que Kevin Briggs ha disuadido a miles de personas de saltar desde el conocido puente. Con 54 años, Briggs dedicó más de 20 a esta labor que hoy acumula una cifra que, según el patrullero, en realidad es mayor ya que solo contempla los cuerpos que son hallados. "Están los que se hunden bajo el peso de un barco o los que se pierden en la noche. Perdemos a muchas personas al año", cuenta Briggs a El Mundo.

A Kevin le diagnosticaron depresión a los 26 años, enfermedad que según cuenta, fue la motivante para ayudar a los demás cuando ingresó a la Patrulla de Carreteras a los 27 años: "Recuerdo que una de las primeras personas con las que me enfrenté a esta situación fue una mujer. Tenía problemas con las drogas. Sentía miedo por ella e hice lo contrario a lo que debe hacerse en estos casos: fui muy rápido, empecé a decirle que todo iba a estar bien, que la gente la quería... Yo no sabía nada, pero conseguimos que volviera".

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Con el tiempo, Briggs aprendió a ser cada vez más cercano. Para acercarse se quitaba el uniforme para no ser reconocido como autoridad y les hablaba despacio ya que "La mayoría de las veces, estas personas estaban en tratamiento al padecer algún tipo de enfermedad mental. Generalmente hacía tiempo que no tomaban la medicación, por lo que eran más vulnerables y habían ido a peor".

Briggs no tuvo una vida fácil. Durante su niñez fue testigo de cómo su abuelo se quitó la vida. Apenas cumplió la mayoría de edad, se unió al ejército de EEUU, pero tuvo una carrera breve ya que a los 20 años, cuando estaba en Alemania, le diagnosticaron cáncer testicular. Esta enfermedad lo obligó a someterse a quimioterapia, lo cual terminó con su carrera militar cuando tenía apenas 21 años.

Tras recuperarse, empezó a trabajar como administrativo en la prisión de San Quintín de California, la única del Estado que tiene un corredor de la muerte y cámara de ejecución. Dos años después, su madre murió de cáncer al pulmón y al poco tiempo tuvo un accidente en moto que lo dejó herido de gravedad. "Poco después me diagnosticaron una depresión. No quería hacer nada, ni jugar con mi perro, ni hacer la compra... Era como si mi cuerpo se moviera solo", cuenta Kevin.

Según él mismo declara, su experiencia lo ayudó a salvar vidas, aunque es modesto al respecto: "No me gusta decir que soy yo el que las salva, porque en realidad son ellos los que hacen el esfuerzo y los que se salvan a sí mismos. Yo no los obligo, ellos vuelven por sí solos, y es algo que requiere mucho valor. No he salvado a nadie".

A pesar de su intención, no siempre logra disuadir a las personas de terminar con sus vidas. "He perdido a dos. Es muy duro, porque sientes muchas cosas a la vez. Cuando saltan, es porque realmente piensan que la vida no merece una oportunidad", expresa Briggs.

Aproximadamente 2 mil vidas están en manos de 75 oficiales de la Patrulla de Carreteras asignados al sector del Golden Gate. No cuentan con psicólogos ni otro tipo de especialista que los asesore. "Hay algunos terapeutas que colaboran con nosotros en estos casos, pero la verdad es que tenerlos en plantilla sería muy beneficioso", cuenta el ex oficial.

Ya retirado de la patrulla, el último tiempo escribió un libro con sus experiencias, ha dado conferencias en países como Canadá, México o Alemania y creó la organización "Pivotal Points", la cual busca sensibilizar sobre las enfermedades mentales.

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