Humala marca distancia con Chávez y le pide que no interfiera en campaña electoral

El candidato presidencial peruano por la alianza nacionalista izquierdista Gana Perú (GP), Ollanta Humala, enfatizó hoy la distancia que tiene con el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

"Le estamos pidiendo al Presidente Chávez que no se meta en la campaña electoral, porque ésta la resolvemos los peruanos. Y así como le exijo eso, tampoco me voy a meter en los problemas de Venezuela", expresó Humala.

El candidato, que a diez días de los comicios aparece en las encuestas empatado con el ex Presidente Alejandro Toledo y la parlamentaria de derecha, Keiko Fujimori,  rechazó tener algún tipo de nexo con Venezuela o con Chávez

Las últimas declaraciones del Presidente Chávez en Montevideo, en las que afirmaba su neutralidad en el proceso peruano, tuvieron un efecto contrario, pues fueron vistas por varios sectores del Perú como una primera intervención abierta.

El jefe de Estado peruano dijo que las elecciones en Perú son un asunto de los peruanos exclusivamente, pero denunció un supuesto plan para desprestigiar a Humala y elogió a éste, teniente coronel del Ejército en retiro, como "un buen soldado".

"No necesito que me digan si soy o no buen soldado", respondió hoy Humala.

El candidato de GP ha tratado de mantener en esta campaña una distancia total de Chávez, con quien se le vincula ideológicamente. Sus adversarios aseguran que ese aparente distanciamiento no es más que una maniobra estratégica ante las resistencias que tiene el mandatario venezolano en Perú.

Las palabras de Chávez fueron mal recibidas en GP, cuyo cabeza de lista al Congreso, Daniel Abugattás, aseguró que lo denunciará ante la OEA si vuelve a pronunciarse.

Chávez participó activamente en la campaña peruana de 2006, en la que apadrinó en forma abierta a Humala. Para analistas, esa fue la principal causa de la derrota de éste.

Los adversarios de Humala le exigen que para aclarar dudas opine explícitamente sobre el gobierno venezolano.

Humala se niega, pero esta semana se comprometió por escrito a no hacer en su eventual gobierno prácticas que se le atribuyen a Chávez, como buscar perpetuarse en el poder, atacar a la prensa, estatizar sectores productivos y desconocer compromisos de Estado.