Iglesia católica de Venezuela acusa a gobierno de Maduro de instaurar un régimen "totalitario" y "represivo"
A través de un comunicado, el clero de este país manifestó su descontento con las medidas de amedrentamiento que la presidencia ha asumido para frenar las protestas.
La Iglesia Católica venezolana acusó al gobierno de Nicolás Maduro de querer implantar un régimen "totalitario" y lo responsabilizó de generar el descontento que desató la mayor ola de protestas antigubernamentales en la última década.
Monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, leyó un comunicado condenando lo que considera una "abusiva y desmedida represión" de las autoridades contra los manifestantes, que ya acumulan casi dos meses en las calles de la nación de mayoría católica.
"La causa principal de la actual crisis es la pretensión del partido oficial y las autoridades de la Republica de implantar el llamado 'plan de la patria', dentro del cual se esconde la promoción de un sistema de gobierno de corte totalitario, que pone en duda su perfil democrático", sostuvo.
La Iglesia Católica y el gobierno socialista tienen una historia reciente de desencuentros. El fallecido Presidente Hugo Chávez, quien decía ser un fervoroso católico, muchas veces desató su furia contra el clero a quienes llamó "demonios con sotanas".
Miles de venezolanos se han volcado a diario a las calles de las principales ciudades de la nación de 29 millones de habitantes, a reclamar al Presidente Maduro soluciones para la alta inflación, la persistente escasez y la desatada criminalidad. Pero, a pesar de que el Mandatario ha denunciado que se desarrolla un golpe de estado, no hay señales de que las protestas sean una amenaza para el ex líder sindical.
"El gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza. La represión no es el camino (...) La salida de la crisis es clara: el diálogo sincero del Gobierno con todos los sectores del país", agregó Padrón, quien acotó que verían una intermediación del Vaticano con buenos ojos.
Amnistía Internacional pidió al Gobierno investigar "imparcialmente" las denuncias de violaciones a los derechos humanos durante la represión a las protestas.
Según cifras oficiales, los enfrentamientos le han costado la vida al menos a 39 partidarios y opositores al socialismo. De hecho, ayer las autoridades denunciaron el arresto de dos supuestos "terroristas" en Caracas que se trasladaban por el este de la ciudad en una camioneta blindada, donde se encontraron un arma, gases lacrimógenos y bombas casera.
"Hemos podido confirmar que muchos de los que están en las protestas cobran", dijo el ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez, quien denuncio que los acusados de terrorismo, son unos hermanos venezolanos que supuestamente regaban las vías con aceite para originar accidentes e interrumpir el paso.
Durante las últimas horas, los manifestantes incendiaron parte de la fachada del ministerio de Vivienda en Caracas, además tendieron barricadas y chocaron con la policía antimotín que usó gases y chorros de agua para replegar los disturbios. La escena se repitió en otras ciudades como Barquisimeto y Maracaibo, donde quemaron vehículos de uso oficial.
"El empleo de barricadas y el ataque hacia personas e instituciones, así como la quema de vehículos de particulares y de servicio público crean una situación que no se debe aceptar, ni aplaudir", agrega el comunicado de la Conferencia Episcopal.
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