Incendio en Valparaíso reabre debate sobre la cobertura de catástrofes

Después del terremoto de 2010, el CNTV realizó una encuesta sobre cómo la TV informa estos sucesos.




Antes del terremoto del 2010, ningún otro suceso de ese tipo, en la historia reciente de Chile, había generado tal cobertura mediática. Por eso el CNTV realizó posteriormente una encuesta sobre lo que buscaban los telespectadores de los noticiarios frente a una situación así. Entre las principales críticas y observaciones que hacían los encuestados estuvo la "falta de entrega de un rol tranquilizador de la TV", o el uso excesivo de "recursos para generar impacto" y la "presencia de menores de edad". Para esa ocasión se presentaron denuncias ante el Consejo, pero este determinó que no ameritaban sanciones.

Distinto fue el caso de la cobertura del incendio de la cárcel de San Miguel, ese mismo año. En esa ocasión, el consejo recibió 33 denuncias respecto a la cobertura realizada el miércoles 8 de diciembre. Ahí, los reclamos terminaron con sanciones para TVN, Canal 13, Mega y Chilevisión de 200 UTM, por noticiarios y otros programas.

Ahora, tras una semana marcada por la cobertura del incendio de Valparaíso, la delicadeza de los temas tratados e imágenes mostrados en pantalla ha derivado en, hasta ayer, 178 denuncias recibidas en el Consejo Nacional de Televisión (CNTV).

Del total de las denuncias, TVN recibió 126, Chilevisión 30 y 20 fueron para Canal 13. La Red y Mega recibieron una queja cada uno.

La mayor cantidad de denuncias van dirigidas al reportaje "Los niños de la tragedia porteña", emitido el martes 15 por TVN, donde el periodista Claudio Fariña entrevistaba a una menor de edad. Sólo ese informe obtuvo 94 quejas hasta el día jueves.

Sobre el caso, el director de prensa de TVN, Enrique Mujica, afirma: "Me carga personalizar. La cobertura de TVN es de TVN, no tiene apellidos. Dicho esto, existe en nuestro manual de orientaciones programáticas directrices sobre el tratamiento de la noticia cuando se refiere a niños, por ejemplo, contar con la autorización expresa de los padres para que aquellos aparezcan en pantalla" y agrega: "Hemos recibido quejas y felicitaciones por esa nota del departamento de prensa. Si herimos sensibilidades, lo lamentamos mucho. No tuvimos ninguna intención de hacerlo. No nos pagan más por hacer llorar a la gente: ese es un tremendo mito".

Al preguntarle por los lineamientos del canal para cubrir hechos de este tipo, Mujica explica: "Nos guiamos por nuestro manual de orientaciones programáticas. Como en cualquier medio, las decisiones editoriales están sujetas a discusiones entre los editores: no es un software. Las transmisiones en vivo son largas y tensas y sería muy estúpido y ciego de mi parte no asumir que cometemos errores y que hay cosas que podríamos hacer mejor. Dicho esto, en la suma, en una jornada de transmisión de más de 30 horas continuas, hicimos lo correcto".

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