Indignados en Brasil: manifestaciones son pacíficas y cuentan con el apoyo de presidenta

Manifestantes brasileños se sumaron este domingo a la  movilización global de los indignados en Sao Paulo, Rio de Janeiro y otras ciudades. El movimiento contó con el aval de la presidenta Dilma Rousseff.

"Concordamos con algunas de las expresiones que algunos movimientos han dicho alrededor del mundo; manifestaciones como las que vemos en Estados Unidos y otros  países", afirmó la mandataria el viernes durante un discurso  oficial pronunciado en Porto Alegre.

La mandataria dio un gesto de simpatía a los manifestantes, al destacar uno de los esloganes de los activistas de Wall Street: "yo tomé una frase que dice así, 'no,  nosotros no vamos a pagar por la crisis de ustedes'".

Bajo una intensa lluvia unas doscientas personas, en su  mayoría jóvenes, se concentraron en el Museo de Arte de Sao  Paulo, sobre la Avenida Paulista, zona de bancos y comercios. Otros se reunieron en el Largo de Sao Bento, una  construcción colonial en el centro de la ciudad.

Las manifestaciones contaron con el apoyo de políticos locales. Pedro Fuentes, del Partido Socialismo y Libertad (Psol) dijo que "el actual régimen político no nos representa, así como no  nos representan los sindicatos.Existe una falsa democracia, esto de hoy es apenas el puntapié inicial".

Según las primeras estimaciones la movilización de este  sábado en varias ciudades brasileñas convocaron menos público que las del domingo pasado cuando se realizaron actos contra la  corrupción.

En Cinelandia, centro de Rio de Janeiro, donde el mes pasado  se realizó una concentración contra la corrupción, unas 50  personas se habían reunido hoy cerca de las 14 locales. También hubo mitines en otras ciudades como Curitiba y Porto  Alegre, las principales capitales del sur del país.