Inician el primer trasplante de cara realizado en España y octavo en el mundo
La intervención quirúrgica consiste en la obtención del rostro de un donante idóneo para después proceder a la implantación en el receptor.
El cirujano español Pedro Cavadas inició hoy en el Hospital La Fe de Valencia (este) el primer trasplante de cara de España y el octavo en el mundo, después de cuatro realizados en Francia, dos en Estados Unidos y uno en China.
La intervención quirúrgica, que se inició en la mañana de hoy y puede durar más de diez horas, consiste en la obtención del rostro de un donante idóneo para después proceder a la implantación en el receptor.
Pedro Cavadas es el especialista que en diciembre de 2006, en el mismo Hospital, realizó en la colombiana Alba Lucía Cardona el primer trasplante mundial de antebrazos y manos en una mujer.
Con respecto al trasplante de cara, Cavadas explicó con anterioridad que se plantea "en casos extremos" por tratarse de "una cirugía muy difícil".
Según el propio Cavadas, la intervención implica un trasplante microquirúrgico con reparación de todos los nervios de la cara, las arterias y venas, conductos salivares, y la reconstrucción de todas las comisuras faciales.
En junio pasado, los hospitales La Fe, de Valencia, y Virgen del Rocío, de Sevilla, y el pasado día 11 el hospital Vall d'Hebrón, de Barcelona, recibieron autorización de las autoridades sanitarias de España para llevar a cabo trasplantes de cara.
Al ser una técnica experimental, la ley exige que el trasplante de cara conlleve un informe previo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para cada paciente.
El trasplante de cara, en el que se extraen tejidos blandos de la faz de una persona fallecida para insertarlas en otra, está indicado para pacientes que sufren grandes deformidades, provocadas por una gran quemadura, un fuerte traumatismo o un tumor, y que, además de problemas estéticos, les impide llevar una vida normal.
El equipo médico de la Fundación Cavadas realiza unas 1.400 cirugías cada año, con técnicas de microcirugía que benefician a pacientes considerados inoperables o que han quedado con secuelas de difícil reparación.
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