Iquique busca fórmulas para potenciar el alicaído cerro Dragón

La presencia de basurales clandestinos y la circulación de vehículos 4x4 son algunos de los problemas que enfrenta el Santuario de la Naturaleza Cerro Dragón, en Iquique, una de las dunas urbanas más grande del mundo.

Las características del lugar, su valor patrimonial y la importancia científica y turística que posee han llevado a que el municipio, en coordinación con el Consejo de Monumentos Nacionales, el Ministerio de Medio Ambiente y la firma Gekko Consultores Ambientales, se encuentre trabajando desde hace un año en un plan de manejo para el cerro. ¿Su objetivo? Implementar una administración sostenible del lugar, que contemple medidas concretas para paliar los daños del santuario producto de la presencia humana.

Alejandra Malinarich, directora de proyecto de Gekko Consultores, dijo que el instrumento apunta a la planificación y protección de ese territorio como un espacio público para la comunidad y el turismo. "Permitirá guiar la puesta en valor de este santuario de la naturaleza, donde las acciones concretas y el compromiso con la comunidad en el cuidado son fundamentales, como también la figura de una administración autónoma, que garantice un manejo sustentable", indicó.

El arquitecto Felipe Martínez, de la Secretaría Municipal de Planificación, señaló que en el estudio se consideraron las necesidades de la comunidad y los servicios públicos ligados al cerro Dragón. "El plan de manejo es adaptable, por lo que las medidas implementadas se podrán mejorar en el tiempo, de acuerdo a los resultados de los monitoreos permanentes que se realizarán en la duna", destacó.

Otro de los temas que se asumirá es que el cerro Dragón fue declarado Santuario de la Naturaleza en 2005. No obstante, el crecimiento poblacional ha implicado que los conjuntos habitacionales del sur de Iquique queden bordeando sus faldeos, con la carga urbana que ello significa.

Ana Paz Cárdenas, secretaria técnica del Consejo de Monumentos Nacionales, aseguró que existe un desconocimiento sobre su estatus de protección. "Por eso, han continuado las prácticas inapropiadas para la conservación de la duna, como la circulación en vehículos motorizados y el botadero de escombros. El plan de manejo es una oportunidad para la gestión coordinada y estratégica, que permitirá su recuperación, uso y puesta en valor", explicó.