Irak revela que 50.000 personas cobran sueldos del Ejército sin ser militares
Haidar al Abadi, primer ministro iraquí, aseguró que se formará una comisión investigadora especial para el caso.
El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, reveló hoy que 50.000 personas han estado cobrando sueldos del Ejército sin haber ejercido ninguna actividad en sus filas, lo que representaría un nuevo caso de corrupción.
"Después de una investigación rápida hemos descubierto 50.000 soldados fantasmas que reciben sus salarios del presupuesto del Estado sin que ejerzan ninguna función", dijo Al Abadi en una alocución ante el Parlamento, difundida por la televisión estatal Al Iraqiya.
El primer ministro añadió que formará comisiones de inspección en las fuerzas iraquíes para tratar este asunto.
Algunos soldados confirmaron a la AFP que los salarios se habían pagado recientemente con un retraso de dos meses, sin que les dieran ninguna justificación.
"Hay dos tipos" de soldados ficticios, explicó un oficial a la AFP. "En el primer caso, cada oficial es autorizado por ejemplo, a tener cinco guardias. Guarda dos y manda tres a casa y se queda con sus salarios o parte de los mismos".
"El segundo caso (...) se produce a nivel de la brigada. Un comandante de brigada suele tener 30, 40 o más soldados que se quedan en casa o no existen".
"El problema es que él mismo, para conservar su trabajo en tanto que comandante de brigada, debe pagar sobornos a sus propios superiores", dijo el oficial. Por este motivo, prácticamente ninguno de los miles de soldados que ha desertado o han perdido la vida este año en Irak han sido dados de baja del ejército.
Por otra parte, señaló que el Ministerio de Defensa ofrecerá mañana los salarios a 21.000 combatientes voluntarios, en su mayoría chiíes, que apoyan al Ejército en su lucha contra el grupo extremista Estado Islámico (EI).
El pasado 12 de noviembre, Al Abadi ordenó la destitución de 26 comandantes militares y el pase a retiro de otros diez, además de nombrar a 19 nuevos jefes castrenses en medio de acusaciones al Ejército por casos de corrupción y mala gestión, y por el fracaso en el establecimiento de la estabilidad y seguridad en el país.
El EI lanzó una ofensiva relámpago en junio pasado y se hizo con el dominio de amplias zonas del norte y centro de Irak, al tiempo que proclamó un califato en ese país y en la vecina Siria.
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