Irán amenaza con cortar sumistro de petróleo a la UE y cerrar Ormuz tras sanciones

Así lo advierten un miembro de la influyente Asamblea de Expertos de dicho país y ex ministro de Inteligencia, además de un representante del Parlamento. La primera medida podría afectar a Grecia, Italia y otras debilitadas economías de Europa que dependen fuertemente del crudo iraní.




Luego que los gobiernos de la Unión Europea (UE) adoptarán duras sanciones contra las importaciones de petróleo desde Irán, además de una batería de castigos económicos, destinadas a impedir que Teherán avance en su programa nuclear, en el mundo político del país persa advierten que podría haber una respuesta tanto o más contundente que las anunciadas.

Un miembro de la influyente Asamblea de Expertos de Irán, el ex ministro de Inteligencia Ali Fallahian, dijo que Teherán podría responder a las sanciones cesando inmediatamente las ventas al bloque, dejando a sus miembros sin tiempo para hallar suministros alternativos y dañando a sus economías con un alza de precios.   

"La mejor opción es dejar de exportar petróleo antes de que terminen estos seis meses y antes de la implementación del plan", declaró según la agencia de noticias semi-oficial Fars. Lo anterior es porque los países de la UE con contratos existentes para el crudo y los derivados de Irán tendrán hasta el 1 de julio del 2012 para completar dichos acuerdos.

Esa medida podría afectar a Grecia, Italia y otras debilitadas economías de Europa que dependen fuertemente del crudo iraní y que por ese motivo obtuvieron un período de gracia que les dio hasta el 1 de julio del 2012 para terminar con sus acuerdos existentes con la república islámica, detalla Reuters.   

Fallahian También reiteró que Irán podría cerrar el Estrecho de Ormuz, el angosto canal entre el Golfo y el mar abierto por donde pasa un tercio de todos los tanqueros de petróleo del mundo.

En esa línea también se manifestó un destacado miembro del Parlamento para quien el cierre sigue siendo una opción si se interrumpen las exportaciones.     

"Si ocurre cualquier interrupción en relación a la venta de petróleo iraní, el Estrecho de Ormuz definitivamente será cerrado", dijo Mohammad Kossari, vicepresidente del comité de asuntos externos y seguridad nacional del Parlamento, a Fars.   

El embargo decretado por el bloque de los 27 estados supone un doble riesgo pues cierra su principal fuente de ingresos extranjeros.   

Las potencias occidentales esperan que la amplia red de sanciones, que coloca a la UE más en línea con la política estadounidense, fuerce a Irán a dar marcha atrás o a detener su trabajo nuclear.   

A su vez, la jefa de Política Exterior de la UE Catherine Ashton, que representa a Occidente en las negociaciones por el programa nuclear, dijo que quiere que las sanciones financieras convenzan a Teherán de regresar al diálogo.    "Quiero que la presión de estas sanciones conduzca a negociaciones", indicó a periodistas antes de la reunión de los ministros.   

"Quiero que Irán regrese a la mesa y retome todas las ideas que dejamos en la mesa (...) el año pasado (...) o proponga ideas propias", agregó.     

Irán recientemente dijo estar dispuesto a dialogar con las potencias occidentales, aunque hubo señales contradictorias acerca de si existen las condiciones adecuadas para reiniciar el contacto. Teherán afirma que su programa nuclear tiene fines pacíficos. En su defensa cuenta con poderosos aliados como China y Rusia, que argumentan que las nuevas sanciones son innecesarias.   

Además, China y otros países asiáticos podrían seguir comprando su petróleo pese a los esfuerzos de Estados Unidos y Europa por interrumpir su comercio.     

UNA POTENCIA MUNDIAL
Irán, el quinto exportador mundial de petróleo y rico en gas natural, dice que necesita enriquecer uranio y desarrollar otras tecnologías nucleares para cumplir con su creciente demanda de energía.   

Pero la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA por su sigla en inglés) dijo el año pasado que tenía evidencia que sugería que Irán había trabajado en el diseño de un arma
nuclear.   

El esfuerzo sin precedentes para sacar del mercado internacional a los 2,6 millones de barriles de petróleo diarios de Irán ha mantenido elevados los precios mundiales del crudo, ha hecho caer a la moneda iraní y ha provocado un alza de los costos de los productos básicos para los iraníes.

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