Irma es el segundo huracán más intenso de la historia
A punto de entrar a Florida, el fenómeno podría encontrar más aguas cálidas y fortalecerse aún más.
Tanta ha sido su fuerza, que los sismómetros del Caribe detectaron el paso de Irma, el huracán que se acerca a Florida (EE.UU.) y se está convirtiendo en récord. Se estima que al tocar tierra aún tenga categoría 4, es decir, vientos de 210 a 250 km/h, y oleaje entre de 3,9 y 5,4 metros.
Solo ayer bajó un poco la intensidad de sus vientos, pero se mantuvo 37 horas con ráfagas de hasta 298 km/h, el periodo más largo para un ciclón en el mundo -el récord anterior lo tenía Haiyan que en 2013 duró 24 horas-, y es probable que recupere intensidad a medida que avanza por el mar hacia Florida.
"Los huracanes se alimentan del vapor de agua que está en la superficie; a mayor temperatura del océano, mayor evaporación en la parte baja del huracán, que permanece vigoroso y activo. Como una máquina termodinámica, transforma el calor en rotación y es una máquina muy eficiente", dice el climatólogo Roberto Rondanelli, investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2). Si la temperatura del océano baja, el huracán cambia de latitud o entra al continente, su combustible comienza a debilitarse, pero Irma está ingresando a aguas más cálidas que las de su lugar de formación. "A pesar de que está en el tope, podría intensificarse", dice.
Las condiciones de esta época favorecen la producción de huracanes: el océano está muy cálido a fines del verano, pero además, este año no hay demasiado cizalle (cambio en el viento que se produce con la altura), lo que favorece su intensificación, dice Rondanelli. Tampoco hay elementos que aporten sequedad, como las nubes de polvo del Sahara que a veces circulan por el Atlántico, a lo que se suma la velocidad de Irma, que se mueve lo suficientemente rápido como para evitar que el agua templada, que asciende bajo el huracán, tenga un impacto sobre el aire húmedo y cálido que lo alimenta, explicó Julian Heming, del Servicio Meteorológico de Reino Unido, a BBC Mundo.
Además, solo se ha encontrado con islas y no grandes masas de tierra que interrumpan su intensificación.
Cambio climático
Aunque no es el más intenso de la historia -al menos no todavía-, porque ese récord lo tiene Allen, que en julio de 1981 provocó vientos de 306 km/h, Irma va camino a convertirse en uno de los que más días ha sobrevivido en categoría 5 (más de 250 km/h), ya que hasta ayer iba en casi tres jornadas.
Para Rondanelli, atribuir su intensidad al cambio climático es complejo. "El alza de vapor de agua aumenta con el calentamiento, pero otras condiciones no se sabe si aumentan o disminuyen. El consenso es que muy probablemente se vuelven más intensos con el cambio climático, pero sobre la frecuencia de los huracanes se desconoce", dice.
El tema es uno de los más activos para los científicos en EE.UU., donde hay mucha discusión. "Es famosa la intervención de Al Gore en su documental, donde prácticamente atribuye Katrina al cambio climático, pero ese argumento es interesado, para hacerle ver a Trump que es un problema generado, o al menos empeorado, por el cambio climático que se niega en reconocer. Eso en ciencias es bien sospechoso", dice.
Raúl Cordero, investigador del Departamento de Física de la U. de Santiago, indica que Irma está muy por sobre otros huracanes, porque hoy las condiciones del planeta son diferentes a cuando se produjo Allen, en los 80, por ejemplo.
"El potencial destructivo ahora es mayor, el nivel del mar ha subido 7 centímetros, y más en la zona sur de Florida, eso hace que un huracán que en los 80 provocaba cierta inundación ahora sea mayor", sostiene. Agrega que la capacidad de retener humedad de la atmósfera ha aumentado por el cambio climático, con lo que el potencial de lluvia también, como Harvey, que afectó a Texas y provocó más de un metro de lluvia.
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