Isabel Allende dice sentir una "pena inmensa" por la muerte de García Márquez
La escritora nacional dijo en una rueda de prensa en el Instituto Cervantes de Nueva York que García Márquez "era un maestro para todos", y que todos los autores latinoamericanos contemporáneos han "estado influidos por su obra".
La escritora chilena Isabel Allende afirmó hoy que siente una "pena inmensa" por el fallecimiento del autor colombiano Gabriel García Márquez, pero subrayó que su obra "es inmortal".
Allende dijo en una rueda de prensa en el Instituto Cervantes de Nueva York que García Márquez "era un maestro para todos", y que todos los autores latinoamericanos contemporáneos han "estado influidos por su obra".
Fue "el gran pilar del 'boom' de la literatura latinoamericana" a nivel internacional, recordó.
Allende reconoció que no llegó a ser amiga de García Márquez. "No soy amiga de él, pero su obra es mi amiga", explicó.
El Nobel de Literatura de 1982 falleció hoy a los 87 años en su casa del sur de Ciudad de México, pocos días después de salir del hospital tras ser ingresado por una infección pulmonar.
La escritora, que el miércoles recibió el Premio Humanitario de la Fundación Gabriela Mistral en Nueva York por su trabajo en favor de las mujeres en Chile y Estados Unidos, declaró que le impactó conocer de la muerte del autor colombiano porque creía que se estaba recuperando en su casa tras haber estado siete días en un hospital.
"Fue una sorpresa para todo el mundo, un 'shock' porque lo hacía en su casa mejorándose. Me da mucho dolor. El único consuelo que nos queda es la obra, que es inmortal", indicó la autora de "El juego de Ripper", su más reciente obra, la primera novela policíaca que escribe.
Según la escritora, García Márquez fue el "gran pilar" del boom de la literatura latinoamericana, movimiento que dijo comenzó en 1963 con "La ciudad y los perros" del peruano Mario Vargas Llosa.
"Fue un autor reconocido, amado por la crítica y popular. Fue la voz que narró Latinoamérica al mundo y nos contó a nosotros que viéramos y se sumaron a esa voz muchas otras voces del mundo. Creo que fue el gran maestro del siglo", afirmó Allende, quien viajó a Nueva York para presentar su nueva obra y recibir el premio.
Sostuvo que le dio "una inmensa" pena al conocer de la muerte del autor de "El coronel no tiene quién le escriba" de quien dijo no era su amiga, pero sí de su obra, la que ha leído completa.
"Creo que la libertad, el impulso para lanzarme a la literatura vino por García Márquez, por haber reconocido en su obra mi propia realidad, mi propia familia, mi país. Creo que todos somos de Macondo", afirmó la escritora, quien confesó que antes de su última novela había comunicado a su agente, Carmen Balcells, que consideraba retirarse, algo que ya ha descartado.
Indicó, además, que tras conocer la muerte del Nobel habló con Barcells, también agente literaria de García Márquez, de quien dijo que está desolada.
Agregó que le gustaría volvería a leer toda la obra del autor colombiano y que al abrir cualquier página de sus libros y leer, como con la Biblia, "uno saca un párrafo maravilloso. García Márquez en persona decía cosas extraordinarias".
Señaló, además, que durante la conversación que sostuvo hoy con Barcells ésta le recordó que en una ocasión el autor le dijo que "nosotros los escritores ricos somos pobres con plata porque siempre uno tiene la mentalidad del pobre. Esas frases eran geniales".
Allende aseguró sentirse "como una pulga" cuando la incluyen en la lista de los autores del "boom" latinoamericano en la que figura García Márquez.
"Se dice que yo soy la única mujer del 'boom' y también se dice que no soy del 'boom', que soy 'post boom'. Ser post de cualquier cosa no es muy bueno. La verdad es que yo siento que no pertenezco a ningún club literario. He vivido en California por muchos años y me siento fuera de todo eso", afirmó.
Allende aseguró a la prensa que nunca ha sentido presión por el éxito de sus libros en el momento de sentarse a escribir.
Agregó que la sensualidad que refleja en sus obras se lo debe a la influencia de los años que vivió en Venezuela, donde se refugió su familia tras el golpe militar de 1973 en su país.
"En Chile somos sobrios. Si una mujer tiene culo, se lo tapa. En Venezuela, se pone un pantalón spandex y lo menea. Ese orgullo del cuerpo, la sensualidad, el erotismo, hedonismo, esa abundancia de todo me lo dio Venezuela", un país del que, reiteró, está en un caos, sufriendo enormemente.
De acuerdo con la escritora chilena, hay muchas razones para esa situación en Venezuela.
"Era un país generoso, verde, espléndido y el dinero del petróleo y el poder se lo repartieron olvidándose de que había un sector de la población que vivía en la pobreza. El fenómeno de Hugo Chávez (1954-2013) se explica perfectamente. No se hubiera dado si se hubiesen preocupado de ese sector que quedó marginado", argumentó.
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