Italia cierra su embajada en Trípoli y Francia insta a la cautela ante anuncio Libio

Tras el anuncio de alto el fuego inmediato decretado por el régimen libio de Muammar Gaddafi, algunos países muestran sus reticencias respecto al real alcance de la medida, teniendo en cuenta que reportes de médicos presentes en Misrata dicen que las fuerzas gaddafistas siguen bombardeando y han causado al menos 25 muertos, tal como lo consigna la cadena de televisión Al Arabiya.

El primer ministro británico dijo que Gaddafi será juzgado "por sus actos y no por sus palabras", sumándose al escepticismo tras el anuncio libio. "Lo que está totalmente claro es que la resolución dice que debe parar lo que está haciendo", manifestó.

En tanto, Francia instó a la cautela frente a lo señalado por el régimen de Gaddafi. "Antes de esa resolución hubo una primera, la 1970, que no fue respetada. Ahora hay otra y (el régimen libio) empieza a tener miedo y a modificar su discurso, pero sobre el terreno la amenaza contra su gente no ha cambiado", dijo el portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, Bernard Valero.

Por otra parte, el gobierno italiano cerró su embajada en Trípoli de acuerdo con la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y cedió sus bases militares a sus aliados de la OTAN, situación ésta última que repitió España.

A su vez, para el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que la comunidad internacional debe mantener la unidad en relación con el conflicto de Libia. En esta línea, el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que "la comunidad internacional no se va a dejar engañar (por Gaddafi)".

La única potencia que mostró una decisión firme fue Alemania. La canciller Angela Merkel, reiteró que su país no participará en el operativo militar de la OTAN contra Libia, aunque subrayó que comparte los objetivos finales de la resolución que adoptó ayer el Consejo de Seguridad de la ONU.