Jacqueline van Rysselberghe: "Ha habido una retroexcavadora valórica del gobierno. Han tratado de decir que todo es relativo"
La senadora, aún resentida con la despenalización del aborto en tres causales, se adelanta a las discusiones que habrá en el Congreso, como el matrimonio igualitario. "Van a usar estos proyectos como herramienta electoral", advierte. También, sintetiza una semana en la que se cerró el pacto electoral.
"Fue una buena negociación parlamentaria", concluye la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, luego de que el lunes los partidos inscribieran sus pactos electorales con los que competirán en noviembre para renovar buena parte del Congreso. Solo saca réditos de las tratativas, aunque desliza que hubo "costos no públicos" para el abanderado del bloque, Sebastián Piñera, por su "arbitraje".
Dando por cerrado ese capítulo, la senadora se adelanta a lo que será la campaña al Congreso y presidencial y, asegura, la última lucha legislativa del gobierno de Michelle Bachelet por imponer, dice, su "ideología de izquierda". Lo que aún resiente, eso sí, es la despenalización del aborto en tres causales.
Dado que las mayorías estaban de acuerdo con el proyecto de despenalización del aborto en tres causales, ¿le convenía a Sebastián Piñera que el aborto fuese una batalla perdida?
No. En el proyecto del aborto no había conflicto al interior de nuestro conglomerado, hasta Evópoli estaba en contra. Sebastián Piñera siempre ha sido extremadamente claro en relación a lo que piensa sobre el aborto. Nadie que vote por él podría haberse sorprendido porque no impulsara una ley de aborto si esta hubiese fracasado en este gobierno. Si bien es un tema que polariza, no es una preocupación ciudadana, por eso es que tampoco se hubiese generado un conflicto social.
¿Chile Vamos queda al debe en este tema?
El sector queda con una tristeza grande en el corazón, porque, de verdad, creemos que este no es un tema político sino de principios. Por lo tanto, tenemos el convencimiento de aquí se relativizó la vida como valor absoluto y eso es una muy mala noticia.
The New York Times la citó respecto al aborto y catalogó a la UDI como un partido de ultraderecha. ¿Qué opina?
Eso no es cierto. Somos un partido de derecha, que cree en la vida desde el inicio hasta su muerte natural. Somos un partido que, además, cree en la libertad y en la política como un camino de servicio. Eso es lo que somos, más allá como nos catalogue una revista de Estados Unidos.
Mañana, el gobierno presentaría el proyecto de matrimonio igualitario al Congreso. ¿Cómo enfrentará este tema la UDI?
Nadie en la UDI desconoce que una pareja homosexual tenga derecho a que regule su relación afectiva. Ya tenemos el Acuerdo de Unión Civil y con eso el tema se resuelve. Lo que ocurre es que el gobierno va detrás del matrimonio no para regular la relación afectiva de una pareja homosexual sino para regular la adopción de niños. Y creemos que la adopción es un derecho de los niños, quienes merecen un padre y una madre.
La discusión del matrimonio igualitario se va a extender para un próximo periodo y sus diputados se renuevan casi en un 40%. ¿Estarán alineados también?
Conozco a cada uno de los candidatos al Parlamento y no hay ninguno con quien yo crea que podamos tener diferencias de fondo.
¿Cree que habrá un "frenesí legislativo" en las próximas semanas? También está el proyecto de pensiones y migración.
Este es el gobierno que se ha dedicado a pasar la retroexcavadora para cambiar los pilares de la sociedad y creo que lo ha hecho mal, hasta la gente de su sector lo ha dicho. Lamentablemente, no se van a detener, van a seguir haciendo las cosas mal. Y claro, más allá de los temas valóricos, están tratando de impulsar la ley de pensiones, siendo que los propios ministerios reconocen que puede afectar fuertemente a los empleos y los sueldos, pero la Presidenta ni siquiera leyó los informes, parece no importarle. El gobierno y la Nueva Mayoría van a tratar de usar estos proyectos como herramientas de campaña y eso es malo para el país. No sé si les va a resultar, porque dada la descomposición de la Nueva Mayoría, les cuesta mucho juntar los votos. El año pasado estaban más desordenados, y ahora enviar proyectos en tiempos de campaña es un factor aglutinador.
¿Dice que la retroexcavadora la ha vuelto a sentir con los proyectos valóricos?
Efectivamente. Ha habido una retroexcavadora valórica. Han tratado de decir que todo es relativo; eso es parte de la ideología de la izquierda. La vida es la vida, tú no estás un poco vivo: estás vivo o estás muerto, hay o no hay derecho a la vida, esos valores debiesen ser absolutos. Hay cosas que no dependen de la sociedad, son una realidad en sí misma.
En paralelo a esta recarga legislativa, en Chile Vamos empieza la etapa de campaña y reorganización del comando presidencial. ¿Qué espera la UDI?
La próxima semana se deben dar incorporaciones de gente UDI al comando, en el tema territorial, porque acá el escenario cambia. No solo habrá competencia entre los partidos sino dentro de los partidos, de manera que tenemos que tener gente que prevenga conflictos más que resolverlos.
¿En qué temas programáticos insistirá la UDI?
Piñera ya ha acogido muchos temas de la UDI, como el foco en la clase media, en el diagnóstico que tiene del país, el tema de los adultos mayores, entre otros, pero aún hay un tema que debiera acogerse más, que es el del rol de la sociedad civil, en responder cómo logramos que los problemas se resuelvan por medio de la sociedad civil. Una vez electos los parlamentarios, habrá un congreso ideológico para ver cómo influiremos en el próximo gobierno.
¿Cómo quedaron las relaciones entre los partidos luego de la negociación parlamentaria?
Fue una buena negociación para todos los partidos. Nosotros logramos sacar una buena negociación, aunque tuvimos que bajar candidatos que eran extremadamente competitivos, que nos dolió mucho, pero, finalmente, tenemos una lista súper competitiva, para RN también y lo mismo para Evópoli.
Pero en Evópoli se dijo que se los perjudicó y que incluso se ponía en riesgo su subsistencia.
Eso no es efectivo. Un partido que nació hace tres años, que tiene un diputado y que hoy, producto de una negociación, tiene la posibilidad de tener un senador y a lo menos tres o cuatro diputados, no hizo una mala negociación. La UDI cedió, todo el esfuerzo fue justamente para lograr una buena lista y, al final del día, ser el corazón del gobierno de Piñera.
¿Cuán importante es para el bloque haber logrado una lista única?
Es importantísimo. Todos tenemos que sentirnos muy orgullosos, porque eso nos permite fortalecer la campaña presidencial y sacar un número relevante de parlamentarios.
¿Cuál es el desafío, en ese sentido, para la UDI?
Nuestro desafío es, a pesar de que el sistema electoral favorece el crecimiento de los partidos pequeños, seguir siendo el partido con más parlamentarios a nivel nacional. Y así aumentar la cantidad de mujeres y jóvenes. Esperamos llegar a unos 33 o 34 diputados (hoy tiene 28).
¿Evópoli es una amenaza para que la UDI siga creciendo?
No. Ellos ocupan un espacio distinto a la UDI.
¿Por qué la UDI no quiso ceder sino hasta último minuto en el "arbitraje" del ex Presidente?
Por responsabilidad, porque en las negociaciones siempre quedan heridos, se producen roces y siempre alguien tiene que ceder espacios que duelen y, por tanto, ese costo no era bueno que lo pagara quien hoy tiene las mayores opciones de ser Presidente de Chile. La campaña va a ser difícil, teníamos el convencimiento de que había que cuidarla.
¿Tuvo costos entonces?
Sí, pero no costos públicos. Hay gente que queda resentida y cuando alguien tiene un dolor, va a tener más dificultades para trabajar con ganas.
¿En Evópoli, por ejemplo?
En todos los partidos. Ese costo ya fue relativamente bien manejado, porque, por lo menos, en la UDI controlamos la situación.
Sorprendió que Evópoli presentara el nombre de Luis Larraín para un cupo de diputado. Usted criticó la decisión pues él ha dicho que no volverá a votar por Piñera.
Nosotros seremos partidos del gobierno de Sebastián Piñera, entonces, es bien impresentable que uno de los partidos lleve a alguien que no apoya a Piñera. Si Luis Larraín llega a ganar, estaríamos sacando un parlamentario que va a estar más cercano a Ciudadanos, tal como lo ha dicho él, que a un partido de Chile Vamos.
Pero para esa candidatura se requería su firma también.
Sí, me di cuenta de lo que estaba firmando. Yo sabía que él no quería a Sebastián Piñera, que había dicho públicamente que no lo iba a apoyar. Yo espero que Evópoli lo trate de ordenar, porque esto no es una montonera, los partidos tienen que tener disciplina para que luego sean capaces de darle gobernabilidad al Ejecutivo.
En Evópoli rebaten que la UDI dio libertad de acción para no votar por Piñera, dada la candidatura de José Antonio Kast (ex UDI).
Nosotros no hemos dado libertad de acción, solo hemos dicho que no vamos a pasar a nadie al tribunal supremo por apoyar a José Antonio Kast. El 99% de nuestros militantes van a votar por Sebastián Piñera y no llevamos ningún parlamentario que no apoye a Sebastián Piñera, y así deben ser las cosas. Si el diputado Arturo Squella hubiese ido a la reelección, le habríamos exigido apoyar a Sebastián Piñera.
Dice que la campaña va a ser difícil. ¿Sigue pensando que hay posibilidad de que Sebastián Piñera pueda triunfar en primera vuelta?
Sí, existe un espacio, pero es chico, porque estamos en un país de izquierda, es difícil ganar en primera vuelta.
¿Por qué dice que estamos en un país de izquierda si en las encuestas lidera Sebastián Piñera?
En nuestro país las consignas de izquierda han calado profundamente, y es así como el tema del igualitarismo -que lo simulan como igualdad- empezó a verse como una cosa buena. Todas las consignas de izquierda entran fácil, pero hoy como hemos estado en un gobierno muy de izquierda ha quedado demostrado que esas consignas llevadas a la práctica no mejoran la vida de las personas. A raíz de eso, la gente quiere volver a lo de antes y ese camino es Piñera.
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