Jaime Anguita se reunió con su entorno en Puerto Varas tras el fallo

Fueron casi dos años los que Jaime Anguita estuvo cumpliendo prisión preventiva en la Cárcel Alto Bonito. Privación de libertad que terminó ayer, tras el veredicto absolutorio emitido por el Tribunal de Puerto Montt, respecto del asesinato de su esposa, Viviana Haeger.

Algunos aplausos tibios se escucharon en la sala del juzgado cuando Anguita se levantó de su puesto junto a su defensa y salió como hombre libre.

En el exterior, la situación no era la misma. Un grupo de mujeres, que se reunió en el frontis del tribunal, se manifestaba en rechazo a la decisión de los jueces. Anguita subió a un vehículo y se retiró, mientras algunas personas incluso golpeaban el auto.

El principal personaje de la jornada no habló. El día anterior, el miércoles, ante el tribunal, había insistido en su inocencia, diciendo que "yo amaba a mi esposa y era feliz con ella. Qué pasó, no lo sé".

Lo ocurrido durante la mañana de ayer, tras la resolución del tribunal, pareciera mostrar polarización que existe en torno al caso, entre quienes aún creen que es culpable y aquellos que avalan su inocencia.

Lo que viene ahora para Anguita, respecto de su vida privada, es un misterio. Una relación familiar dividida por el crimen y un futuro judicial a la espera de la decisión de la fiscalía y los querellantes.

"Les prometo que les voy a hablar, pero cuando me calme, tengo cosas que decirles, pero dejen tranquilizarme", declaró escuetamente Vivian Anguita, hija de quien fuera por dos años el principal sospechoso de la muerte de su madre.

Por el otro lado, Mónica Haeger, hermana de la víctima, declaró que "el hilo se cortó por lo más delgado".

El abogado que los representó en la audiencia, Sergio Coronado, indicó que pedirán anular el juicio (ver secundaria).

Manuel Anguita, en tanto, hermano de Jaime, dio ciertas luces de lo que haría el viudo de Haeger: "Nos vamos a reunir con mi hermano ahora, en Puerto Varas, y ahí veremos con calma qué es lo que viene después de esto", contó.

Efectivamente, tras abandonar el tribunal, Anguita se trasladó hasta Puerto Varas, a la casa de un amigo, donde se reunió con su familia, su hija y su madre.

Manuel Anguita, otro de sus hermanos, contó que "él estaba convencido de que viniendo a juicio iba a poder demostrar todas las falsedades y la pésima investigación que se había llevado a cabo, y que iba a salir libre. Y así sucedió".

Uno de los defensores de Jaime Anguita, Matías Kunsemüller, valoró la decisión del tribunal. "Los fundamentos en el fallo son concretos, el tribunal es un ente responsable, que no se dejó influenciar por nada y llevó adelante el juicio en forma muy ordenada. Y lo que hizo el tribunal fue, valorando todos los antecedentes, declarar la absolución por unanimidad", expresó el abogado.