Jaime Quintana: "La proyección de la Nueva Mayoría dependerá del cumplimiento del programa"
El vocero del bloque dice que a partir de hoy se debe comenzar a proyectar la hoja de ruta para los años 2015 y 2016.
Tras la cita realizada ayer entre los presidentes de la Nueva Mayoría y los ministros políticos, el vocero del bloque y presidente del PPD, Jaime Quintana, analizó el futuro de la coalición de gobierno, poniendo especial énfasis en la importancia que tendrá la tramitación de la reforma educacional, que ya inició su debate en el Senado. Respecto del compromiso de los parlamentarios en esta materia, asegura que "cada vez hay menos margen para los díscolos".
El encuentro de ayer tenía como fin analizar y coordinar el cierre del año político. Sin embargo, todos los lunes, la Nueva Mayoría se reúne con el gobierno en los comités políticos. ¿Por qué era necesaria una reunión especial?
Hay un diálogo bastante fluido entre el gobierno y los partidos, de eso no hay duda. El comité político se ha mantenido inalterable, sin embargo, el propósito de esta jornada, fuera de La Moneda, tenía como propósito buscar entre todos la forma de cerrar lo más exitosamente posible este primer año de gobierno, especialmente en el plano legislativo.
¿Cree que hay respaldo suficiente de los parlamentarios del bloque para poder sacar adelante esta agenda?
Los parlamentarios hay que juzgarlos por sus votaciones y a los partidos en la coalición también, y si uno revisa cada una de las iniciativas que el Ejecutivo ha presentado, uno se da cuenta de que el nivel de apoyo supera el 99% en torno a las iniciativas del gobierno.
El lunes, el gobierno solicitó explícitamente disciplina para votar el proyecto de Educación, pero la indicación respecto del arriendo de colegios se rechazó.
Ha habido indicaciones, en proyectos recientes, como en el que pone fin al lucro y a todo tipo de discriminación, que se han caído, pero no se altera la idea central, estas se mantienen intactas. Ahora, más que orden, aquí lo que tiene que haber es convicción, particularmente en relación con este proyecto, porque es central para el éxito del gobierno, porque es el que permite atacar directamente aquello que es lo que comprometimos ante el país, que es luchar contra la desigualdad. Aquí hay que actuar más que por orden, por convicción.
Usted habla de convicción para legislar el proyecto de Educación, que ahora se debatirá en el Senado. ¿Cree que existe esa convicción en los senadores oficialistas? Hay algunos que ya han adelantado sus reparos.
Creo que sí. Este es un tema que hemos debatido largamente. Efectivamente, en la Nueva Mayoría existe conciencia de que aquí nos jugamos el éxito del gobierno, en esta reforma y particularmente, en este proyecto.
De lograrse este éxito, ¿se podría traducir también en una proyección para la Nueva Mayoría?
Lo primero hoy, para ser incluso fiel al acuerdo político programático de la Nueva Mayoría, es el éxito del programa y que le vaya bien a esta coalición y a la Presidenta Bachelet y eso significa sacar adelante las reformas. Y por eso creo que cada vez hay menos margen para los díscolos. Hay un compromiso de todos los presidentes de partidos de sacar la reforma educacional antes del 31 de enero. Después de la discusión del Presupuesto y después que despachemos los 10 proyectos de la agenda del gobierno, viene un nuevo impulso en la Nueva Mayoría. Tenemos que entrar ahora a una etapa con mucho vuelo, que nos permita entrar al 2015 y que ese impulso nos dure hasta el 2016 y más. O sea, quien crea que acá las cosas se van a relajar y vamos a bajar la guardia está equivocado.
¿Proyectarse un nuevo gobierno?
La proyección de la Nueva Mayoría dependerá del cumplimiento del programa. Creo que si hacemos todo bien, si cumplimos estos objetivos, si terminamos de manera exitosa este 2014 legislativo, si definimos bien la hoja de ruta del próximo año y todos contribuimos a que la economía también encuentre su senda de crecimiento-para eso se están tomando las medidas-, creo que la proyección del bloque es una posibilidad que va a ir cobrando cada vez más fuerza.
Quienes participaron de la cita de ayer dicen que se planteó una preocupación por la conducción política, la que sólo estaría radicada en el ministro del Interior, asegurando que el resto de los ministros de La Moneda no tiene ese mismo peso.
Yo tengo diálogo con todos ellos. Siempre veo una disposición de la ministra Ximena Rincón, de la Segpres, y lo mismo del ministro Alvaro Elizalde. Efectivamente, sí, a veces se advierte que Peñailillo está un tanto recargado. Pero él ha demostrado muchas habilidades, una capacidad de articulación, de generar diálogo con todos los sectores y cubrir incluso más allá de lo programado inicialmente.
Pero en términos prácticos, ¿es hoy el ministro Peñailillo el único interlocutor entre el bloque y el gobierno?
Creo que todos son interlocutores válidos. Nadie puede decir que la ministra Rincón o el ministro Elizalde le han negado alguna audiencia a algún parlamentario, pero claro, el ministro del Interior tiene un perfil que no responde al de los anteriores ministros del Interior que conocimos, incluido el del último gobierno. Aquí hay un ministro que claramente está siendo un interlocutor con todas las fuerzas políticas y está ejerciendo efectivamente su rol de jefe de gabinete y coordinador de los ministerios.
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