Janet Yellen y Larry Summers se encuentran en la pugna final por presidir la Fed

El presidente estadounidense, Barack Obama, anticipó que tomará la trascendental decisión en las próximas semanas. En este contexto, la Casa Blanca ya ha tenido que salir a desmintir que haya una resolución, luego que el diario nipón "El Nikkei" afirmara que se tenía previsto nominar a Summers.




El ex secretario del Tesoro, Larry Summers, y la actual vicepresidenta del Banco Central de EE.UU, Janet Yellen, se disputan la sucesión de Ben Bernanke como titular de la Reserva Federal (Fed), decisión que el presidente estadounidense, Barack Obama, anticipó que tomará en las próximas semanas.

Tanto los mercados como los expertos políticos, en EE.UU y en todo el mundo, esperan con ansias conocer quién encabezará la institución que rige la política monetaria de la primera economía mundial en un momento de aún una tímida recuperación tras la crisis de 2008.

El viernes, la Casa Blanca desmintió que Obama haya tomado una decisión al respecto, después de que el diario nipón "El Nikkei" afirmara, sin citar a sus fuentes, que el presidente estadounidense tenía previsto nominar para el cargo a Summers.

La portavoz presidencial para asuntos económicos del país, Amy Brundage, negó a través de su cuenta de Twitter que los rumores surgidos fuesen ciertos y afirmó que "el presidente no ha tomado aún una decisión sobre la presidencia de la Fed".


Summers, de 58 años, y Yellen, de 67 años, enfrentan más diferencias de carácter que de fondo, ya que ambos son prestigiosos economistas con una sólida trayectoria profesional y coinciden en el papel activo que debe jugar el Banco Central para cumplir con su doble mandato: contener la inflación y fomentar pleno empleo.

También comparten estar rodeados de excelencia intelectual: él es sobrino de dos premios Nobel de Economía, Paul Samuelson y Kenneth Arrow; mientras ella está casada con otro premiado, George Akerlof.

Por el momento, Summers, experimentada y mediática estrella académica desde sus inicios en la Universidad de Harvard, lidera las apuestas dada sus buenas conexiones políticas y su proximidad a Obama, de quien fuera entre 2009 y 2011 asesor económico principal y, antes secretario del Tesoro, con Bill Clinton.

Por su parte, Yellen cuenta a su favor su exhaustivo conocimiento de la Fed, donde ocupó la presidencia de la Reserva Federal de San Francisco entre 2004 y 2010, para posteriormente ser designada como vicepresidenta del Banco central, cargo que ostenta en la actualidad.

No parece, por ello, que optar por una u otro vaya a cambiar de manera significativa el rumbo de la política monetaria de Estados Unidos, y todo los analistas prevén que se mantenga la senda prevista de retirada progresiva del estímulo monetario.

Debido a su controvertido carisma, que le ha granjeado amigos tanto en el gobierno como en Wall Street, las principales trabas de Summers se encuentran paradójicamente en la bancada demócrata, desde donde se ha criticado su condescendencia con las grandes entidades bancarias y su respaldo a la desregulación financiera en los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.

"Creo que Obama personalmente querría nominar a Summers, pero probablemente tenga que enfrentar un revuelta entre los senadores demócratas si lo hace (...) por lo que quizás opte por la apuesta segura de Yellen.", indicó a la agencia EFE Jacob Kirkegaard, investigador del Peterson Institute de Washington.

"La situación actualmente es muy fluida", agrego Kirkegaard, al referirse a la aguda crisis con Siria y las tensiones entre la Casa Blanca y un Congreso frontalmente dividido entre demócratas y republicanos.

Yellen, con un perfil público más bajo, ha sido reivindicada por los sectores más liberales del partido demócrata, que valoran su espaldarazo a la agresiva política de estímulo lanzada por Ben Bernanke para revitalizar la economía, después de la aguda crisis financiera de 2008.


Además, resaltan su menor pasión por los focos y los círculos de poder y el gesto simbólico que supondría nombrar a una mujer al frente de la todopoderosa Reserva Federal, por primera vez desde su creación hace justo un siglo.

"Vender a Larry Summers como sucesor de Bernanke es un trabajo complicado. El problema básico es que Summers tiene un recorrido funesto que enfrentar, mientras que su principal competidora, Yellen, tiene una trayectoria excepcional", indicó Dean Baker, analista del progresista Center for Economic and Policy Research.

Un tercio de los demócratas en el Senado envió en junio una carta al presidente Obama para expresar su respaldo explícito a la candidatura de Yellen, sin mencionar en ningún momento el nombre de Summers.

Bernanke, nominado por George W. Bush y reafirmado por Obama, concluye su mandato en 2014, y aunque no ha adelantado su futuro, todo parece indicar que buscará otros caminos profesionales.

Como legado, deja la "implementación exitosa de medidas no convencionales" para luchar contra la crisis de 2009, afirmó Kirkegaard sobre Ben Bernanke.

Y como reto para su sucesor, una tarea no menos abrumadora, desmontar el multimillonario programa de estímulo monetario y consolidar el crecimiento económico en EE.UU.

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