José Miguel Insulza: "Tengo tanto derecho como cualquier otro a pensar en el tema presidencial"

El ex pánzer, que volvió ayer a Chile, reconoce que evaluará una candidatura y que está dispuesto a ir a una primaria.




Ayer en la madrugada volvió a Chile, para reinstalarse de manera definitiva en el país tras una década al mando de la OEA.

José Miguel Insulza cumple 72 años el martes y es muy probable que parte del día de celebración lo pase haciendo trámites para reabrir sus cuentas bancarias, renovar su licencia de conducir y reencontrarse con viejos amigos.

Vuelve para dedicarse a la política justo en medio de una las mayores crisis desde el retorno de la democracia. Otra de ellas, la del caso MOP-Gate, lo tuvo como protagonista, en su rol de ministro del Interior, al alcanzar con la UDI el acuerdo de modernización del Estado que ayudó a dejar atrás el temporal.

Todo indica que esta vez Insulza sí se va a animar a competir por  La Moneda. Aunque falta tiempo, él mismo reivindica su derecho a evaluar la idea. "Ahora yo estoy en Chile", dice.

¿Pensó que la Presidenta lo podía considerar para el nuevo gabinete?

Francamente, no. Reconozco que había mucha gente que me llamaba, que me escribía, que me decía que se hablaba de mí, pero creo que eso nunca estuvo en el pensamiento de la Presidenta, y le encuentro razón, porque yo estaba fuera de Chile y mi vuelta está recién programada para ahora y uno siempre quiere elegir gente que está ahí en el país.

¿Cree que sólo fue algo de tiempo y de que usted aún no estaba en el país?, porque el ex embajador en Buenos Aires Marcelo Díaz fue designado vocero de gobierno.

No nos equivoquemos, no estoy diciendo que si yo hubiese estado en Chile probablemente hubiera ocurrido, estoy diciendo que yo nunca pensé en eso. Creo que mi nombre nunca estuvo en discusión y, por consiguiente, nunca me preocupé del tema.

Se ha mostrado partidario de un cambio constitucional, pero ha tomado distancia de una asamblea constituyente, ¿no cree que quienes impulsan ese método tienen algo de razón al decir que el Congreso, por la forma en que se eligieron algunos de sus miembros, carece de legitimidad?

Yo creo que las cosas han madurado. Lo primero es preparar una discusión sobre la Constitución y luego discutirla en un cuerpo que no pase a llevar las actuales instituciones. Puede ser un cuerpo elegido democráticamente, por ejemplo uno en que participen los parlamentarios que sean elegidos el 2017, y otras personas que sean elegidas como constituyentes, que postulen para eso. Creo que los tiempos alcanzan, que esto se puede hacer bien, porque si el tema es legitimar la Constitución, ciertamente tiene que haber un cuerpo, una asamblea con algo más que puramente el Congreso, y esto debe ser validado por un plebiscito. A mí no me parece mal eso.

¿Un plebiscito para definir el mecanismo o para elegir lo que proponga la asamblea? 

Una vez que la asamblea proponga un texto, eso tiene que ser ratificado en un plebiscito, por cierto. Hay quienes creen que se deben plebiscitar algunos temas, pero creo que esa es una discusión un poquito enredada.

¿Cómo se elegirían los otros constituyentes?

Por ejemplo, podrían ser elegidos en los mismos distritos de los parlamentarios que compitan en 2017, en un número parecido, de manera que quede claro que algunos son elegidos para seguir como legisladores y otros sólo para ampliar el número de personas que cambiarán la Constitución. Se ha discutido acerca del método, es la hora de que busquemos uno, lleguemos a un método legitimador y después pasemos a lo principal, que es discutir sobre el fondo, hemos perdido mucho tiempo discutiendo del método.

¿Y a usted le interesaría llegar al Parlamento?

No me atrevería a decir ahora adónde quiero o no llegar, no tengo intenciones aún, o si me gustaría ser constituyente o no, son cosas que con el tiempo iré viendo. No por haber salido de la OEA ha cambiado mi intención. Mi intención es llegar a Chile y ver las cosas con calma y ahí veré lo que yo quiero hacer y lo que otros quieren que haga, porque también la opinión de la gente es muy importante.

Se había comentado que le interesaba competir al Senado por Valparaíso.

Lo que pasa es que cuando uno está en situaciones como la mía todo el mundo opina sobre lo que debo hacer y me lo atribuye. Yo no he hecho ninguna declaración, ni he tenido ninguna conversación, pero un día me ponen en Talca, otro en Valparaíso. No les atribuyo malas intenciones, pero eso no significa que sepan lo que voy a hacer.

¿Y tampoco ha pensado en el tema presidencial, lo tiene cerrado?

Yo nunca cierro ningún tema hasta que se plantea. He pensado mucho en lo de 2009, pero creo que tomé la decisión acertada, probablemente en ese momento había otras alternativas. Pero ahora yo estoy en Chile y tengo tanto derecho como cualquier otro a pensar en el tema presidencial, por cierto. Por eso hay que conversar con la gente, qué es lo que la gente quiere, cómo va el mundo. Si a mí me gusta cómo se están desarrollando las cosas políticas, si creo que puedo ser aporte real y, sobre todo, si hay gente disponible para eso.

Tendría que competir en una primaria.

Estoy de acuerdo con las primarias, tiene que haber primarias, por cierto. Hoy nada se da por hecho; si alguien cree que lo van a ir a buscar a su casa está equivocado: tal vez lo van a ir a  buscar algunos amigos para pedirle que vaya a la primaria, pero a buscarlo a su casa para ungirlo candidato no va nadie.

Entonces, si decide competir, ¿va a ir a la primaria?

Por cierto, yo parto de la base que todo el mundo tiene que ir a la primaria, ¿o cree que alguien no va a ir a la primaria? No imagino una elección presidencial, ni siquiera una parlamentaria, en que no haya primarias. La realidad de Chile es que la gente que participa de la política quiere primarias.

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