Jovino Novoa: "En las primarias tuvimos que improvisar todos los días"
Senador advierte que no existe una "estructura armada" de cara a los comicios de noviembre. Asume haber tenido diferencias con Longueira, pero dice que ambos tienen el mismo proyecto político.
Pese a haber sido uno de los principales defensores de la candidatura de Laurence Golborne, el senador Jovino Novoa sostiene que Pablo Longueira puede enfrentar con una "sólida plataforma" a Michelle Bachelet. En ese sentido, plantea que al interior de la UDI la visión pragmática -que representa el abanderado- y las posturas más doctrinarias -con las que se vincula a Novoa- no son factores "contrapuestos", y dice que el principal desafío será ahora conformar el programa de gobierno.
Usted criticó aspectos de la campaña de Longueira en la reunión de directiva del lunes pasado. ¿Cuál es su visión?
Lo que analizamos ahí fue que tuvimos que improvisar una campaña. Eso no es una crítica, es la constatación de un hecho. Lo único que señalé es que, ojo, nosotros ganamos la primaria, pero que no nos creyéramos que teníamos la estructura armada. En la primaria tuvimos que improvisar todos los días. Esa es la realidad.
Usted y un grupo de diputados (los "capitanes") fueron los que más defendieron a Golborne cuando se comenzó a estudiar la opción de bajar su candidatura. ¿Cómo veía ese escenario?
Laurence Golborne era un muy buen candidato, pero se produjo un hecho conocido por todos, donde hubo que tomar decisiones en cuestión de horas. Hoy podemos estar tranquilos, porque si bien es cierto que corrimos un riesgo muy grande para enfrentar una primaria en sólo 60 días, afortunadamente logramos superar ese desafío. Muchos pensamos que con el tropiezo que habíamos tenido en la campaña de Golborne, y dado que se había producido un clima muy complejo entre la UDI y RN, una opción era haber ido a primera vuelta… Nosotros vamos a hacer un esfuerzo muy grande para poder mantener a Laurence activo en la política, no sólo apoyando a Pablo, sino que también viendo cómo puede proyectarse hacia adelante.
Golborne acusó una falta de respaldo de la UDI para poder continuar adelante con su candidatura. ¿Por qué usted no lo defendió férreamente en público?
Yo lo defendí. Tengo clara conciencia de haber dado entrevistas donde hacía valer nuestro punto, pero no tuvimos el tiempo suficiente. Lo que se criticó a la UDI -o a algunas personas de la UDI- era que durante la campaña no se mostraba un interés. Creo que en parte importante eso se debió a un factor que el propio Laurence consideró como negativo: que hayan salido del ministerio en noviembre.
Hay muchos en la Alianza que dicen que tanto Golborne como Allamand eran más competitivos que Longueira para enfrentar a Michelle Bachelet…
No, eso no lo pienso así. Cualquiera de los candidatos que hubiera ganado la primaria tiene posibilidades de hacer una plataforma sólida para enfrentar a Bachelet. En el caso de Pablo, su trayectoria vinculada al mundo popular y a los temas sociales lo pone en una muy buena posición para hacerlo. Bachelet es líder de un conglomerado que no está unido por un proyecto común, sino que por cosas que son fuertes, como la necesidad de alcanzar el poder. Si ella desaparece, ¿qué es la Concertación? ¿Qué es esta "Nueva Mayoría"? En la Alianza había diferencias entre Golborne, Allamand y Longueira, por supuesto, pero nuestra base, nuestro conglomerado, sigue representando una unidad. En segundo lugar, gran parte del activo de nuestro candidato es apoyarse en un gobierno que ha sido muy exitoso en su gestión. Dejemos de lado las discusiones de tipo político, porque ahí hemos tenido diferencias. La pregunta que tiene que hacerse el elector es si está mejor, igual o peor que hace cuatro años. Y creo que la inmensa mayoría del país va a responder que está mejor.
Su análisis equivaldría a decir que da lo mismo cuál hubiese sido el candidato, porque lo importante es cuál es el conglomerado que enfrentará la elección…
No, no da lo mismo, y por eso señalé que Pablo tenía un plus muy especial, que es su vinculación con el mundo social… Pero la Alianza puede ofrecer un proyecto más creíble que el de la Concertación.
¿Golborne era o no más competitivo? ¿Por qué no eligieron a Longueira desde un principio?
No estoy comparando, estoy hablando de sus distintas cualidades. No estoy diciendo que sea uno más competitivo que otro. Lo que estoy señalando es que nuestro candidato de la Alianza, el de ahora, es perfectamente competitivo frente a Bachelet, por una cantidad de factores que señalé.
¿Cómo se debe desarrollar la campaña ahora? Usted y Longueira representan dos visiones distintas al interior de la UDI…
Hemos tenido puntos de vista distintos en algunos aspectos, aunque no diría tanto dentro de la UDI. Las diferencias más claras con Pablo fueron cuando él era ministro y apoyaba el aumento de impuestos o planteó el tema de los estacionamientos… En primer lugar, a mí no me complican las diferencias. Lo que más nos une es un proyecto país y político que admite muchas diferencias en estas políticas. Y, en segundo lugar, también entiendo la posición de una persona que está en el gobierno y que tiene que sacar adelante proyectos, y la posición que pueda tener uno, que no está en el gobierno.
¿Comparte plenamente las propuestas del comando?
Las vamos a tener que elaborar. Golborne y Allamand avanzaron en propuestas, al igual que Pablo. El desafío es revisar todo eso y ver cuál va a ser nuestra propuesta programática. Yo espero coincidir con todo, pero tampoco me preocuparía que haya aspectos que no sean unánimes. Desde luego, puede haber énfasis, pero no me cabe la menor duda de que el programa de gobierno de Longueira va a tener las propuestas que reflejen no sólo a la UDI, sino que también a RN y a los independientes.
Pero ahí puede haber aspectos fundamentales…
No, no creo.
¿Por qué no?
Por lo que ha planteado Pablo. El planteó que en 30 años Chile ha avanzado mucho, y que es un país que hay que cuidar. Eso me da plenas garantías de que los pilares fundamentales se van a destacar en el programa… A mí no me complica tener diferencias en la política que se adopte, siempre que tenga claro cuál es el sentido, la orientación y hacia dónde quiere influir para que el país se siga desarrollando. Y en eso hay mil por ciento de coincidencia con Pablo.
¿Por qué Joaquín Lavín tuvo que pedirle perdón a Allamand?
Porque se dio cuenta de que, sin ninguna culpa de él, se había producido un conflicto que estaba dañando las opciones de nuestro sector. Pensó: 'Si seguimos con esta discusión, no vamos a poder comenzar con nuestra campaña'.
¿Dañaba las opciones del sector?
Obviamente. Una de las potencialidades nuestras es una mayor coherencia de la Alianza, que podía quedar desdibujada con polémicas de este tipo.
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