Juana Viale: "Aprendí a callar mucho"

La actriz argentina se refiere a su relación con Gonzalo Valenzuela, las infidelidades, y al precio que ha debido pagar por la fama.




Juana Viale reaparece tras los escándalos que la siguieron a mediados de este año. Ya apareció en un programa de televisión confirmando un nuevo embarazo, y ahora conversó con el medio argentino La Nación sobre su relación con el actor chileno Gonzalo Valenzuela, la compleja situación que vivió este año y que culminó con la pérdida de un hijo, y el precio que ha debido pagar a causa de la fama.

Cuando este año se develaron imágenes en las que Viale aparecía besando al ex ministro argentino Martín Lousteau, uno de los más perjudicados fue Valenzuela, su pareja y padre del bebé que esperaba en ese entonces. Al respecto, la actriz señaló que "me pesa más el daño que hice, que el que yo me pueda haber hecho". "El daño fue a Gonzalo, no a mí", reconoce, y agrega que "de mí han hablado y van a seguir hablando, yo no me persigo".

Respecto a la relación actual que mantiene con el actor, comenta que "Gonzalo es una persona que hay en un millón y medio, muy especial, y el amor que nos tenemos nos ha hecho posible salir de la fosa".

Pero Viale también sacó lecciones, y si bien asegura que "mi vida es como (la película) el Truman Show", dice que "aprendí a callar mucho". "Cierta prensa tiene que llenar las páginas hablando de mi vida y uno tampoco puede estar constantemente a la defensiva aclarando a cada lugar que va, qué hace, qué dice o no hace".

Aún así, la actriz que se prepara para el estreno de La patria equivocada ha aprendido a vivir en medio de la fama, gracias a la pública vida de su abuela, Mirtha Legrand, y de su madre Marcela Tinayre. Aún así, asegura que preferiría que sus hijos no vivieran con su estilo de vida, señalando que "si fuera por mí, quisiera que (su hija) Ambar sea bióloga, que esté detrás de un microscopio y que su problema sea que no se regeneran las células, antes que estar expuesta a este mundo que es frívolo y cruel".

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