Julio Ponce reorganiza la estructura de control de SQM para mejorar sus finanzas
<p>Las sociedades del empresario elevaron su presencia en las empresas más cercanas a SQM para obtener mayores flujos. Calichera acumula una caja de US$ 200 millones.</p>
Ha sido su estrategia de 2009. Lentamente y a través de varias operaciones bursátiles, Julio Ponce Lerou modificó y reordenó las participaciones en la red de sociedades que le otorgan el control de SQM con un solo objetivo: bajar las deudas consolidadas del grupo, las que llegaban a cerca de US$ 500 millones y descendieron a unos US$ 200 millones tras las advertencias de las clasificadoras de riesgo. Todo el proceso tiene hoy al grupo con otra cara. Y otra estructura.
SQM es controlada por una cascada de empresas que comienza en Inversiones SQYA, sigue en Norte Grande, la que a su vez controla Oro Blanco, continúa en Calichera y termina en SQM, la minera no metálica valorizada hoy en unos US$ 10.000 millones. En diciembre de 2008, Ponce tenía más participación en las primeras sociedades de la cascada y menos en las más cercanas a SQM. Ahora los porcentajes se invirtieron. A través de sucesivas operaciones, la estructura de control se concentró más abajo. Por ejemplo, Inversiones SQYA redujo desde 89% al 67% su participación en Norte Grande. Más abajo, Oro Blanco subió en Calichera desde el 83% al 90%, según los reportes de transacciones informados a la Bolsa de Comercio.
Agentes del mercado tienen una sola interpretación para ello: Ponce quiere estar más cerca de los flujos de Calichera y SQM, para obtener así mayores dividendos. Las sociedades más lejanas a la empresa operativa -la mayor minera de yodo, litio y potasio del país- reciben menos dividendos. Varias AFP, dicen en el mercado, han recorrido el camino inverso: se han alejado de SQM en la cadena y han privilegiado por acciones que, aunque entregan menos dividendos por utilidades, se transan con un mayor descuento y tienen por ello más opciones de valorizarse. La excepción ha sido Provida, que decidió mantenerse cerca de SQM.
Otro cambio relevante se ha producido de manera sutil: Calichera ha vendido en Bolsa títulos de SQM en los últimos dos meses y junto a filiales bajó su participación desde 32% a cerca de 30%. Con ello, tiene en caja ahora cerca de US$ 200 millones disponibles. Con esos recursos podría emprender al menos tres caminos: prepagar un bono vigente por US$ 250 millones y conseguir con ello mayor libertad de movimiento para repartir dividendos futuros; entregar en el corto plazo mayores dividendos a sus accionistas con estos fondos; y recomprar, a futuro, títulos de SQM.
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