La amenaza vinotinto crece en el Sudamericano

Por gran parte de su historia, la selección venezolana fue el saco de golpes de Sudamérica. Durante décadas, sufrió notables goleadas de sus rivales y jamás estuvo ni cerca de clasificar a un Mundial.

Esa mala fama cambió principalmente desde las eliminatorias de 2010, por  sus buenas chances de clasificar a ese Mundial y al siguiente, y por el cuarto lugar alcanzado en la Copa América de 2011.

Aun así, sigue siendo la única selección sudamericana que no ha disputado un Mundial adulto.

Pero las categorías juveniles de esa nación se han encargado de alegrar al país en ese sentido. En 2009, la Sub 20 derrotó a su historia y clasificó a una escuadra del país a un certamen planetario. En el torneo de Egipto, los caribeños sorprendieron y alcanzaron los octavos de final, con dos victorias y dos derrotas.

Cuatro años depués, los llaneros volvieron a celebrar con sus jóvenes: con tres victorias, cinco empates y una derrota, la Sub 17 alcanzó el subcampeonato del Sudamericano de la categoría y llegó al Mundial de Emirados Árabes de 2013.

No obstante, los caribeños decepcionaron en Medio Oriente y perdieron sus tres partidos. Uno de los motivos de la penosa campaña fue la ausencia del ariete Andrés Ponce debido a una lesión, pues el atacante de la Sampdoria había sido el autor de siete de los ocho goles del subcampeonato venezolano.

Ahora, en cambio, será el capitán y esperanza de goles en este Sudamericano: “El que subestime a Venezuela, la pasará mal", sostuvo, en la previa del duelo ante Chile, que ya sabe de sinsabores ante la Vinotinto. En 1997, la Roja cayó 4-1 en La Serena y fue última en su grupo en el Sudamericano Sub 20.