La cifra de aves muertas producto del derrame en el Golfo de México es menor a lo anticipado
Pese a que las imágenes de pelícanos cubiertos en petróleo inundaron los medios en las últimas semanas, expertos en vida salvaje dicen que la cifra de aves muertas producto del derrame en el Golfo de México es menor a lo anticipado, por el momento.
Se espera que esto cambie de forma dramática para peor. Científicos advierten que mientras el clima y las condiciones marítimas conspiran con la dinámica de los ciclos de vida de las aves, un tremendo número de estos animales quedará bajo un gran riesgo.
En las próximas semanas, millones de aves acuáticas y aquellas que viven cerca de la costa estadounidense del Golfo de México arribarán a la región durante su migración anual por otoño boreal, donde se instalarán para pasar el invierno o descansarán momentáneamente en su ruta hacia el sur.
Con el crudo tóxico aún manando de un pozo averiado en el lecho marino en el Golfo y manchas enormes acercándose inexorablemente hacia las costas, muchas más aves y animales que anidan, se alimentan y se refugian en el sur podrían morir.
"Hasta este punto, no hemos visto demasiados animales víctimas del petróleo, en concordancia con el tamaño del derrame", dijo la bióloga Catherine Berg, del Servicio de Vida Salvaje y Marina de Estados Unidos. "(Pero) Aún hay demasiado crudo allá afuera. Todavía hay mucha vida salvaje en la zona", aseveró.
En buena parte, las aves que migran a través del Golfo eludieron el peligro en la primavera boreal cuando el crudo que escapaba del pozo averiado de la británica BP se demoró más de lo esperado en llegar a las costas estadounidenses.
"Muchas de estas aves estuvieron a salvo durante la primavera, pero no lo estarán en el otoño (boreal)", dijo Greg Butcher, director de conservación de aves para la Sociedad Nacional Audubon.
Funcionarios de vida salvaje están tomando varios pasos para reducir los riesgos, aislando zonas de anidamiento con sistemas de contención, pagando a agricultores para que inunden campos que puedan servir como humedales temporales para las aves y evaluando aplicar más restricciones a la caza de patos.
Autoridades incluso están evaluando la posibilidad de capturar pelícanos bebés para ponerlos a salvo, dijo Jay Holcomb, jefe del Centro Internacional de Investigación y Rescate de Aves.
Los centros de rehabilitación en el Golfo han tratado a más de 800 aves afectadas por el petróleo y liberaron al menos a 250 en la región.
Las aves son marcadas y algunas de ellas llegan al centro dos veces, indicó Holcomb, quien supervisa las operaciones de rescate fuera del principal recinto de tratamiento en Fort Jackson, Luisiana.
"Muchas de estas aves (...) quieren regresar a sus nidos", sostuvo Holcomb. "La mayoría de los derrames terminan realmente rápido, pero esto es como un derrame nuevo cada día. Es verdaderamente desalentador", declaró.
CONTEO DE AVES MUERTAS
Un contenedor con el letrero "Caja para aves muertas" puede verse en una esquina del centro de Fort Jackson y es un sombrío recordatorio de las dificultades que afronta el equipo de rehabilitación. Más de 100 aves cubiertas por el petróleo que han sido llevadas hasta el lugar han muerto o tuvieron que ser sacrificadas, señaló Holcomb.
Hasta la fecha, más de 2.000 aves muertas o debilitadas por el crudo han sido contabilizadas en toda la costa del Golfo, el cuádruple de la cifra reportada hace un mes cuando el Gobierno empezó a revelar diariamente el número de animales fallecidos a causa del desastre.
Sin embargo, Holcomb dijo que restos parciales o completos sin señales visibles de exposición al crudo responden a la mayor parte de las 1.165 aves muertas halladas hasta ahora y posiblemente no fueron víctimas del derrame.
La enorme proporción de restos más antiguos de aves que perecieron por causas naturales posiblemente puede ser atribuida a los intensos esfuerzos por encontrar y catalogar a cada animal que pudo haber resultado muerto o herido en el desastre.
Aquellas cifras son algo más que académicas. Finalmente las cifras ayudarán a determinar cuánto tendría que pagar BP como compensación por los daños a la vida salvaje.
El doctor Michael Ziccardi, de la Red de Cuidado de Vida Salvaje Expuesta al Crudo en la Universidad de California en Davis, dijo que las cifras en dinero relacionadas al conteo de aves muertas en derrames pasados tuvieron un rango de entre 500 y 20.000 dólares por individuo.
Los factores incluyen si el ave era una especie en peligro de extinción o si era posible atribuir al animal algún valor comercial o económico agregado.
Aún cuando las imágenes de animales cubiertos por petróleo son perturbadoras, las 850 aves halladas vivas a la fecha y los cientos más que se sabe perecieron apenas pueden compararse con
las 250.000 aves marinas que se estima murieron por el derrame de 1989 de Exxon Valdez en Alaska.
"Eso podría cambiar con el tiempo porque posiblemente más y más aves serán expuestas al crudo", explicó Holcomb.
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