La Copa de los 51 mil millones de dólares
Rusia no ha escatimado en inversión de cara a la Copa Confederaciones que se disputará el próximo año. El torneo es la prueba de fuego de los rusos antes de la Copa del Mundo de 2018.
Rusia tiene, en la Copa Confederaciones, una prueba de fuego. Los organizadores del evento califican el torneo que se disputará el próximo año como el ensayo general de lo que ocurrirá en 2018. El foco ruso está puesto en la Copa del Mundo que organizará durante el año subsiguiente. La idea de los realizadores es que ahí se muestre al planeta la capacidad organizativa del país.
Por lo mismo, no extraña que, a más de un año y medio de la principal cita planetaria del fútbol, la mayoría de las obras realizadas para el Mundial, en estadios, infraestructura pública, etcétera, ya están en sus fases finales de construcción, sin retrasos graves, como suele ocurrir en la previa de estos grandes eventos.
La Copa Confederaciones es de vital importancia para Rusia. Por lo mismo es que no han escatimado en inversión para que el campeonato que servirá de previa del Mundial se desarrolle con los más altos estándares en todo sentido.
Para eso, el país euroasiático ha duplicado el presupuesto inicial. En un principio, según informaron las autoridades, se gastarían 20.900 millones de dólares, sin embargo, a poco más de seis meses para el arranque de la competencia, los expertos ya proyectan que la suma finalmente ascenderá hasta los 51 mil millones de la divisa norteamericana.
Dicho presupuesto, por ejemplo, es equivalente al de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi, en 2014, uno de los más costosos de la historia. De hecho, el gasto que significará la próxima Copa Confederaciones, la décima de la historia, supera a otros grandes eventos de los últimos años.
Los Juegos Olímpicos de Londres 2012, por ejemplo, costaron 14.600 millones de dólares, mientras que los de Beijing 2008, 44 mil millones. La última Copa del Mundo, el 2014 en Brasil, tuvo un costo total de 14 mil millones de dólares.
"Nuestro enfoque primordial es la Copa Confederaciones. Es antes del Mundial y todo debe salir bien. En cuatro ciudades todo va estar listo. No vamos a tener un evento a medias, va estar todo listo para cuando suceda la Confederaciones", aseguró Alexey Sokorin, presidente del Comité Organizador del torneo que se inicia el próximo 17 de junio, y en el que Chile integra el grupo B junto a Alemania, Australia y el campeón de la Copa de África.
De los 51 mil millones que estiman los expertos gastará Rusia para realizar el torneo, la mitad proviene del presupuesto federal y el resto de inversionistas privados. Y dentro de dicho gasto se incluyen las remodelaciones o construcción de nuevos estadios, los centros de entrenamientos, además de la remodelación de aeropuertos y terminales de transporte. Mientras, son las mismas ciudades las responsables de modernizar y mejorar sus servicios públicos.
El alto presupuesto no satisface a todos. Dentro de Rusia, incluso, han surgido algunos críticos por lo que se considera un gasto excesivo. Para ellos la respuesta, o justificación, es que la inversión es para el futuro del país. "No creamos nada exclusivo para el Mundial, es el tipo de infraestructura que hubiera conseguido el país para el bien de los ciudadanos", aseguró Sokorin.
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