La cuenta pendiente que Pizarro llega a saldar a la U

El Sudamericano Sub 20 de 1999 sacó a relucir a una figura que no hacía mucho ruido en el fútbol chileno. David Pizarro la rompió en ese torneo e hizo que Udinese pusiera sus ojos en él, contratándolo pensando en el largo plazo.

En el verano sudamericano de 2001, el porteño, que saltó al fútbol grande en Wanderers, quería continuidad. Y qué mejor que en el bicampeón de Chile en ese momento, que quería potenciarse para pelear en la Copa Libertadores en la que compartiría grupo con Palmeiras, Cerro Porteño y Sport Boys de Perú.

Cuando empezó como titular, el volante marcaba diferencias. Su nivel era diferente, y como volante mixto se entendió muy bien con Arilson. Pero dos lesiones provocaron que solo pudiera actuar en ocho encuentros: Seis por torneo nacional y dos en Copa Libertadores.

Curiosamente, en sus dos actuaciones internacional anotó. En Callao, le marcó un golazo a Sport Boys para el triunfo por 0-2, y también convirtió con un buen remate de media distancia a Palmeiras en la caída por 2-1 en el Morumbí. Pero la U no respondió en esa Copa y solo sumó cuatro puntos en seis encuentros.

Una lesión provocada por un foul de su ex compañero en Santiago Wanderers Moisés Villarroel en un empate 0-0 en el Nacional, y una fractura posterior en su pie izquierdo le quitaron ritmo. En ese lapso, el Doctor Orozco acusó una infiltración para un partido de la Selección Chilena que resultó perjudicial. Tras esta última lesión por un pisotón no volvió a vestir la camiseta azul hasta 2017.

Ese 2001 retornó a Udinese y empezó a tener más espacio en la Serie A, donde pasó la mayor parte de su carrera.

En la U lo habían buscado en su última época en Italia, pero Pek había rechazado estas propuestas por diferentes motivos. Ahora es su momento para ganar ese título que le fue esquivo 16 años atrás.