La debacle continental de los equipos chilenos
Este año, junto a Venezuela, Chile es el único país que no alcanzó siquiera los cuartos de las copas internacionales. Conoce las explicaciones.
El año 2012 ha sido quizás el más prolífico en cuanto a campañas internacionales de los clubes chilenos. Por primera vez en la historia, dos equipos alcanzarían en una misma temporada las semifinales de los torneos continentales: La U en la Copa Libertadores y Católica en la Sudamericana. Entonces, muchos atribuirían aquellos éxitos a la influencia que tendría precisamente el cuadro azul con la obtención de la Sudamericana el año anterior.
El ansiado despegue internacional a nivel de clubes ya no parecía una utopía. Sin embargo, aquello terminaría siendo un oasis en medio de la habitual mediocridad de los equipos nacionales cuando salen a disputar una competencia continental. De hecho, en 2007 y 2008 tampoco se clasificó a la ronda de los ocho mejores en ninguna copa.
El año pasado fue la primera alerta, cuando ningún equipo local alcanzó los cuartos de final, ni en la Libertadores ni en la Sudamericana. Algo que se volvería a repetir este año, con el agravante de que Chile es junto con Venezuela los únicos países en no poner a ningún representante entre los ochos mejores de ninguno de los dos torneos.
"Quizás los chilenos no tenemos planteles tan competitivos como pensamos. Además, si se fija, las figuras del torneo local son jugadores chilenos. Los extranjeros que llegan no elevan el nivel de los nuestros", asegura Rafael Olarra, protagonista de una semifinal de Copa Libertadores con la U hace apenas cuatro años.
Aquello de que los poderosos de Sudamérica acaparaban todos los cupos en las etapas de definición queda en entredicho tras lo visto este año. En la última Copa Libertadores, un cuadro boliviano (Bolívar) alcanzó las semifinales, mientras que en la actual Sudamericana, ya hay representantes de Perú y Ecuador, además de Paraguay, en los cuartos de final. Todas ligas, en apariencia, de inferior nivel y poderío económico que la chilena. Brasil, Uruguay, Argentina y Colombia también colaron representantes. Todos, menos Venezuela y Chile.
"No deja de llamar la atención que nuestra liga sea la que más extranjeros permita, pese a que los resultados a nivel de clubes es cada vez peor. Se privilegia la cantidad por sobre la calidad. y lo que no entienden es que así cada vez hay más jugadores chilenos cesantes. Así, la identificación que tienen los futbolistas con sus equipos es pequeña y termina afectando en el rendimiento. No tengo dudas", asegura Nicolás Larrondo, jugador de Deportes La Serena.
Quizás si donde todos coinciden a la hora de explicar la principal causa de esta debacle continenta, es en el nuevo sistema de clasificación de los equipos chilenos para las competiciones internacionales, que se echó a andar en 2013. Y fundamentalmente, para la Copa Sudamericana.
La primera señal de alerta la dio en agosto pasado el seleccionador Jorge Sampaoli. El transandino señaló entonces que la imposibilidad que tenían los clubes de participar en un mismo año de los dos torneos continentales iba a afectar directamente a la Roja.
"Los jugadores no tendrán el roce suficiente cuando después tengan que trabajar con nosotros. Me gustaría tocar de hecho este tema con Sergio Jadue, para ver si se puede modificar", reconocía Sampaoli. algo incómodo por el hecho de que los jugadores de los llamados equipos grandes apenas pudieran actuar en una sola competición continental en el año.
"No creo que el nivel de la liga local sea peor que antes. Porque por ejemplo la UC en 2012 llegó a semifinales de la Sudamericana, quizás sin un fútbol vistoso, pero no pudo clasificar a playoffs. El tema pasa por la forma en que se selecciona a los clubes que nos representan en la Sudamericana. Mire Cobresal, no responde en Chile, le fue mal en el torneo continental y el DT se va. No tiene plantel para dos competiciones y encima queda mala imagen", asegura Milovan Mirosevic, volante de Unión Española.
Aunque nadie lo quiere reconocer públicamente, lo cierto es que el nuevo sistema de clasificación obedeció más a una situación electoral, para sumar adhesión en un mayor universo de clubes, que a un criterio deportivo. Chile quiso imitar el modelo de otros países, como Argentina y Brasil, donde no se permite que equipos jueguen en las dos competiciones el mismo año, sin tomar en cuenta la realidad existente.
"Chile no tiene más de cinco o seis planteles para estar en dos competencias a la vez. Entonces, si le abres las puertas a clubes que más encima están peleando el descenso, cómo vas a esperar buenos resultados", sostiene Luis Pedro Figueroa, volante de O'Higgins.
Víctor Hugo Castañeda, actual técnico de Coquimbo, es aún más categórico: "Todo parte mal porque los equipos clasifican a torneos que se juegan un año después, sin saber si para entonces tendrá el mismo nivel. Mira Huachipato, un año campeón, juega la Libertadores y al poco tiempo pelea el descenso. Esto se tiene que cambiar porque si no vamos a seguir teniendo esta clase de resultados". La ANFP no quiso referirse públicamente a la crisis de los clubes chilenos a nivel internacional.
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