La despedida de una de las máximas leyendas de la NBA
Shaquille O'Neal dejó el básquetbol tras 19 años en los que se convirtió en uno de los jugadores más dominantes de la historia.
La figura del pívot Shaquille O'Neal, más conocido en el mundo del baloncesto de la NBA como "Shaq", fue durante 19 temporadas el centro de atención en el profesionalismo por su juego, pero sobre todo porque supo mejor que nadie divertirse en el campo y hacer feliz a los demás.
O'Neal, a sus 39 años, sorprendió al mundo de la NBA con un vídeo en su página social de Twitter en el que, con el mismo buen sentido del humor que siempre le caracterizó dentro y fuera del campo de juego, dio a conocer su retirada del baloncesto activo.
El pívot que logró 28.596 puntos como profesional (con un promedio de 23,7, además de 10,9 rebotes por partido) a pesar de haber fallado cerca de 5.000 tiros de personal y cuatro anillos de campeón de liga, no volverá a un campo de juego como profesional tras vestir el uniforme de los Celtics de Boston.
O'Neal, que tiene asegurado un puesto en el Salón de la Fama, donde quedará consagrado para siempre, será recordado como uno de los jugadores más dominantes de toda la historia de la liga con sus 2,16 metros de altura y sus 147 kilos de peso.
A sus anillos les sumó un MVP de la temporada (2000), el MVP de tres finales, tres MVP del All-Star Game, en el que participó en sus primeros 15 años de carreras, novato del año (fue el primer jugador en la historia de la NBA en ser nombrado Mejor Jugador de la Semana en su primera semana en la liga), el oro olímpico en 1996 y el Mundial de 1994 en Canadá, donde también fue MVP.
Su gran momento de fama y esplendor lo vivió durante el tiempo que estuvo con los Lakers de Los Ángeles -tras llegar procedente del Magic que lo había seleccionado en la primera posición del Draft de la NBA de 1992-, equipo al que llegó en la temporada del 1996 para unirse al escolta Kobe Bryant y con el que ganó tres títulos de liga consecutivos, hasta que el enfrentamiento personal entre ambos le costó el destierro dorado a los Heat de Miami.
Bajo la dirección de Pat Riley, en Miami, y con otra figura a su lado, la del escolta Dwyane Wade en la temporada del 2006 consiguió su cuarto título de liga.
Tras ello O'Neal comenzó a perder protagonismo dentro del campo de juego. Afectado por las lesiones y los problemas personales, además de ser más el centro de atención en Miami por sus actividades extra deportivas.
Riley se deshizo de O'Neal al enviarlo a los Suns de Phoenix y Shaqse quedó sin grandes motivaciones como profesional.
Su salida deja a la NBA sin el jugador que mejor supo combinar la filosofía de divertirse y hacer feliz a los demás, como en su tiempo protagonizó otro de los legendarios de todos los tiempos llamado Magic Johnson.
Ahora O'Neal tendrá el campo libre para que pueda seguir siendo el centro de atención dentro de otra actividad que le divierta, le permita ganar mucho dinero y tenga miles de seguidores, a los que simplemente les dio un "adiós" como estrella de la NBA.
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