La enigmática administradora de Caval

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Aunque su nombre ha pasado casi desapercibido, Sol Herreros Wandel, es una figura clave en el caso Caval y su rastro está en varias de las operaciones de la empresa. Amiga de infancia de Sebastián Dávalos, fue la colaboradora más cercana de Natalia Compagnon. Una mujer que sabe muchos secretos de esta historia y que, sin embargo, nunca ha declarado en el proceso.




"Todos nos estaríamos quedando en el Intercontinental At Doral Miami. O en su defecto, podemos poner la dirección de Jorge Herreros (ya le preguntamos), Collins Av. Miami". Un correo enviado por Sebastián Dávalos el 12 de marzo de 2012, con copia a Natalia Compagnon, y que figura en el expediente del caso Caval, muestra cómo el matrimonio organizaba uno de los cuatro viajes que han realizado en los últimos años a Estados Unidos, donde el principal destino son las playas del sur de Florida. Aquellos paisajes los podrán volver a disfrutar luego de que el miércoles la Corte de Rancagua autorizara suspender temporalmente el arraigo nacional que pesa sobre la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, formalizada por delitos tributarios.

Según ha declarado en el proceso, Mauricio Valero, el otro dueño de Caval, en 2012 Compagnon solía comentar que le gustaría vivir en EE.UU., que estaba cotizando inmuebles en ese país y que planeaba abrir una cuenta bancaria en Miami.

En la ciudad ya tienen un contacto: el empresario chileno Jorge Herreros Mardones (59), un antiguo amigo de la familia, que Dávalos conoce desde que era adolescente. Por lo mismo, suele visitarlo en EE.UU. y ocupar su dirección para recibir encomiendas. También los une otro vínculo. Herreros es padre de Sol Herreros Wandel (37), quien fuera hasta hace poco la colaboradora más cercana del matrimonio Dávalos-Compagnon al interior de la empresa Caval.

Aunque pocos conocen su nombre y rostro, Sol Herreros, diseñadora gráfica de la Universidad Diego Portales y con estudios en administración en la Universidad de Chile y en dirección de proyectos en la Universidad Católica, ha tenido un papel clave en varias de las operaciones más emblemáticas de Caval, como la reventa de los terrenos de Machalí o los trabajos realizados para la CCU.

El 6 de abril de 2015, ella se ofreció voluntariamente a declarar en el juicio laboral que enfrentó la empresa por la demanda de Sergio Bustos por no pago de honorarios convenidos. Su testimonio fue decisivo para desacreditar la demanda y que la empresa consiguiera una victoria. "Hay una persona que dice que trabajó para Caval. Yo conozco a todas las personas que trabajan ahí, y cuando supe esto, dije yo me ofrezco para dar testimonio que nunca lo he visto y que conmigo no trabaja, y que no trabaja en las dependencias de Caval", declaró.

Ese día y bajo juramento, Herreros explicó así su rol en Caval: "Soy directora de proyectos, en 2012 tenía la tarea de generar nuevos proyectos de tecnología en el área de informática e innovación. De a poco me fui metiendo en las labores de la oficina, haciéndome cargo del funcionamiento de la oficina, y me fueron asignando otras tareas, como llevar todo lo que tuviera relación con las personas que trabajan ahí y lo que me solicitara el directorio (…). Yo me preocupaba de que las personas tuvieran contratos, ver qué se les asignaba, supervisar todos los trabajos externos".

Ante la pregunta del abogado demandante sobre qué documentos de la empresa pasaban por sus manos, respondió: "Liquidaciones de sueldo, contratos cuando llega el contador y hay que sacar firmas, todo lo que tenga relación con los papeles legales que llegan a la oficina, todos los papeles que hay que notificar al contador, todas las facturas que llegan físicamente".

Pese a ser la administradora de Caval y que en la investigación del Ministerio Público por eventual tráfico de influencias y negociación incompatible es descrita por testigos como la "mano derecha" de Compagnon, Sol Herreros nunca ha sido citada a declarar por la fiscalía.

Lazos de amistad

"A veces fuimos felices", escribió hace algunos días Sol Herreros en su Facebook. El mensaje iba acompañado de una antigua foto del 15 de diciembre de 2013, donde aparece celebrando en las afueras del Hotel San Francisco el triunfo de Michelle Bachelet en la segunda vuelta presidencial. La empleada de Caval lucía una credencial de "invitada" entregada por el comando de campaña.

No milita, pero se declara una mujer de izquierda, "con valores socialistas", y tiene un antiguo lazo con la familia de Bachelet: un año menor que Dávalos, fueron compañeros de colegio en el Rubén Darío, en La Reina, donde se hicieron grandes amigos. Incluso, cuando joven, Herreros vivió una breve temporada en la casa de la actual Presidenta.

Aunque en un inicio se dedicó a su profesión, el diseño gráfico (el 2008 fue productora de una serie de animación infantil y el 2009 trabajó tres meses en un proyecto a honorarios en el Ministerio de Planificación realizando cápsulas audiovisuales), pronto derivó en el mundo de los negocios creando la sociedad Wandersilva Limitada, de compraventa de joyas, y la importadora Sexboutique Limitada.

En 2012, cuando se constituye Caval, gracias a los primeros contratos de servicios suscritos con el empresario Gonzalo Vial, Dávalos invita a Herreros a trabajar bajo su mando como encargada de proyectos tecnológicos. El 28 de noviembre de ese año, Herreros crea junto al gerente de finanzas de Caval, Marcelo Carreño, la sociedad Advantech S.A, con un capital de $ 5 millones y que funcionaba bajo el alero de Caval, para gestionar licitaciones y oportunidades de negocios de innovación en áreas como salud y minería.

En 2014, cuando Dávalos se va a trabajar a La Moneda como director sociocultural, descarta llevarse a Sol Herreros a formar parte de su equipo. "Sería como trabajar con mi hermana", comentaba entonces en privado. No obstante, siguieron manteniendo una estrecha relación de amistad, realizando paseos junto a Compagnon al centro de esquí de El Colorado, uno de los tantos hobbies y deportes que comenzó a practicar Herreros, como el golf, el windsurf, los maratones o los frecuentes viajes por el mundo, en clase business, como se puede ver en las imágenes que comparte en redes sociales.

Un mail fechado el 8 de agosto de 2014, incluido en el expediente judicial, da cuenta de que Sol Herreros seguía informando a Dávalos de las actividades de Caval, pese a que él estaba en el gobierno. "Querido amigo, de acuerdo a lo conversado, te adjunto una copia de una de las escrituras de las propiedades de Eliodoro Yáñez, yo creo que hay una demora en la entrega de estas (…); todas las escrituras de las oficinas de Caval, mías, la tuya y la de Natalia están bajo la misma situación", escribía la diseñadora respecto de un grupo de departamentos que estaban prontos a comprar en el edificio Studio Office Tobalaba, para habilitar allí las dependencias de Caval.

Según reveló Ciper, hoy Caval y la inmobiliaria Inversiones San Lucas, también de propiedad de Natalia Compagnon, enfrentan una demanda presentada el pasado 4 de noviembre por no pago de $ 265 millones en rentas, por el arriendo con opción de compra de esas oficinas a través de un sistema de leasing. Sol Herreros, quien también adquirió una oficina en el edificio por UF 1.667 logró revenderla este año en UF 2.000. La compradora fue Irina Reyes, una amiga de Natalia Compagnon, a quien, además, Dávalos instaló como directora ejecutiva de la fundación Chilenter (cargo que ejerce actualmente), una de las organizaciones que dependen de la Dirección Sociocultural de La Moneda.

Las deudas de Compagnon en los pagos de administración de esas oficinas generaron un reciente quiebre y distanciamiento entre ella y Sol Herreros, quien, sin embargo, sigue manteniendo su amistad con Dávalos, según señalan cercanos a ambos.

Un rol estratégico

"Hola, adjunto carta enviada ayer por Juan", comenzaba el mail de Sol Herreros dirigido a Mauricio Valero y Natalia Compagnon, en que transmitía información enviada por el operador UDI Juan Díaz. El complejo correo, fechado el 19 de junio de 2014, da cuentas de la participación de Herreros en el negocio de los terrenos de Machalí. En ese momento los predios ya estaban en manos de Caval, pero en la empresa había preocupación por el retraso en el cambio de uso de suelos, lo que dificultaba la reventa y el pago del crédito hipotecario al Banco de Chile.

"Ayer (Juan Díaz) me volvió a llamar para reiterarme la importancia de parar, frenar la intención de volver a hacer un trabajo que está realizado, ya que podría generar demoras de dos años y un problema mayor", continúa el mail de Herreros, en que aludía a la necesidad de detener la intención de la Seremi de Vivienda de revisar a través de una consultora externa el rediseño del plan regulador intercomunal (PRI). El correo adjuntaba un oficio enviado por el alcalde de Machalí, José Miguel Urrutia (UDI), a la entonces intendenta Morín Contreras, donde le pedía "avanzar rápidamente en el proceso de modificación del PRI".

Sol Herreros ocupaba el correo de SCR Consultores. Una empresa recién creada por su socio en Advantech, Marcelo Carreño. La misma que por recomendaciones de Compagnon, la CCU, de propiedad de Andrónico Luksic, había contratado para regularizar los permisos de las plantas de la cervecería en Renca y Quilicura. Durante todo el 2014, como parte del equipo de SCR Consultores, Sol Herreros se paseaba por las instalaciones de la CCU para elaborar los EISTU (Estudios de Impacto de Transporte Urbano) que requería la empresa, pese a que como diseñadora no tenía las competencias para hacerlos.

Pero es en 2015, al estallar el caso Caval, cuando Sol Herreros juega su rol más controvertido. Según el testimonio que entregó a Carabineros, el informático de Caval Humberto López Techera, el 19 de febrero de ese año, dos días después de que se abriera la investigación judicial, Herreros fue a retirar el servidor computacional de la empresa con todo el respaldo de información, que estaba resguardado por la empresa hosting.cl, ubicada en calle Tomás Moro, en Las Condes, y agregó que la actual ubicación del servidor era desconocida. "Creo que actualmente se encuentra en Virginia, Estados Unidos, bajo la IP 54.174.162.50", declaró López.

Cercanos a Herreros niegan tajantemente esta versión y dicen que ella fue a retirar el servidor con el objetivo de entregarles todos los antecedentes al fiscal Luis Toledo. Y que, de hecho, la fiscalía tiene los respaldos informáticos desde el primer día.

En su entorno añaden que ella lo ha pasado mal desde que reventó el caso, pero que está tranquila, porque no ha hecho nada irregular, además, en su círculo más cercano asegura que de la mayoría de los antecedentes se ha ido enterando por los medios, pero que no sabe cuáles son ciertos y cuáles no, y que siempre ha estado dispuesta a ir a declarar, pero que nunca la han citado. En los últimos meses ha intentado reinventarse profesionalmente. En octubre de 2015 compró la empresa Airbook Spa por $ 5.540.000, la que vende insumos tecnológicos, como proyectores, impresoras, servidores computaciones o sistemas de videoconferencia, a empresas privadas y a organismos del Estado, entre los que figura una venta a la Subsecretaría de Prevención del Delito, del Ministerio del Interior. Y aunque ha habido tensión por los temas laborales y judiciales, y será difícil recomponer relaciones con la nuera de la Presidenta, cree que su amistad de casi 30 años con Dávalos jamás se va a dañar.

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